Todos lo recordamos. En el mes de enero el Deportivo perdió en Son Moix por 1-0. Correcto, pero olvídenlo. Esto no es un partido de Liga. Esto es una final a doble partido y todo lo visto hasta ahora vale para poco o nada. Preocúpense por la euforia, pero lo justo. La plantilla no se ha subido a esa ola. Martí dice que no la hay. Que no puede haber euforia. Y yo me creo lo que dice el entrenador. No solo pienso que lo crea, sino que además, y es lo más importante, me da la sensación de que es capaz de transmitirlo. Creo que el equipo saldrá a intentar ganar el partido.
La clave estará en su pizarra. No me gustaría ver novedades más allá de los obligados cambios de hombre por hombre. Me sorprendió y me gustó lo visto ante el Málaga y espero que insista en eso. Esto es un partido nuevo y hay que afrontarlo como todos los partidos que empiezan. Con un 0-0 en el marcador y no pensar en la renta.
Evidentemente debe haber un plan B y en caso de encajar tocará replegar. Pero para eso siempre hay tiempo.