El Deportivo mantiene la buena línea exhibida en Barreiro

José M. Pose

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

28 mar 2021 . Actualizado a las 15:24 h.

El Deportivo hizo otra vez lo que tenía que hacer. Tarde. El no haber sabido realizarlo antes condena al equipo a pelear por algo inesperado al inicio de la temporada. Al menos lo hace tras refrendar las buenas sensaciones y el resultado positivo que dejó el encuentro de Barreiro.

Los primeros minutos de partido, sin embargo, fueron decepcionantes, ante un Zamora con un plan perfectamente organizado. Con balones largos, cambios de orientación, dificultando muchísimo la circulación de los locales, el conjunto de Movilla anunció dificultades. Hasta que apareció la figura de Keko, una vez más determinante, por desequilibrio y por gol.

A partir de ahí, el escenario cambió completamente, porque el Dépor se asentó en el campo ante un adversario sin alternativas. Por un lado, llegaba con muchas bajas; por otro, no tenía la urgencia de la clasificación. A partir de ahí, si algo echaron de menos los de Rubén de la Barrera fue la definición en el área que permitiera un mayor desahogo antes del final. Porque el rival no inquietó apenas. Se fue sin tirar a portería y eso también es una muy buena señal de cara a la siguiente fase.

A nivel colectivo, no cambiaron las intenciones respecto a lo visto en Vigo. La única alteración en el once llegó por necesidad. Salva Ruiz solventó sin complicaciones la baja de Héctor. Y también como en Barreiro, brilló la figura incombustible de Bergantiños, capaz de ocupar dos posiciones de forma casi simultánea. Su excelente interpretación táctica regala al equipo constantes superioridades numéricas. Aporta equilibrio.

En el centro del campo, Villares pasó algo desapercibido, al igual que Uche. Trabajaron y estuvieron posicionalmente muy correctos, pero el intento de verticalidad da más protagonismo a los exteriores y el frente de ataque. Ahí sorprende un poco la entrada de Galán en punta como revulsivo, por delante de Beauvue. Jugó a su favor el factor movilidad y la ayuda defensiva en un Dépor que no llegaba ya con posibilidad de centro y remate. Los espacios en los costados los aprovechó muy bien Lara, confirmando, aunque sea tarde, la línea a seguir.