El Deportivo tiene derbi en casa de los Míguez-Herrero

TORRE DE MARATHÓN

María, Hugo, Pablo y Juan (de izquierda a derecha) estarán el domingo en la grada del Nuevo Ganzábal
María, Hugo, Pablo y Juan (de izquierda a derecha) estarán el domingo en la grada del Nuevo Ganzábal CEDIDA

El Langreo ha invitado al campo a los cuatro miembros de esta familia y el padre y los dos hijos representarán a la hinchada coruñesa, diezmada por el cierre perimetral

07 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Y si tengo que ir a mear y el Dépor marca gol mientras, ¿por dónde echan la repetición?» A Juan le ha surgido una duda sobre su primera experiencia como público en el Nuevo Ganzábal. No es una cuestión menor, porque coincide con la visita a Langreo del equipo de su vida. Día memorable cuando uno tiene cinco años y juega además en las categorías inferiores del club local. Solo lleva dos meses de entrenamientos, por culpa de la pandemia, y en todos ha dejado claro que aunque resida en esta localidad asturiana de 40.000 habitantes, su afición al fútbol está relacionada exclusivamente con el conjunto coruñés: acude siempre vestido con la equipación blanquiazul.

«Aquí no le ponen ningún problema —asegura la madre del crío—, presumimos de ser gente acogedora con todo el mundo, da igual el rival. Hasta me llamó su entrenador por si quería que le buscara una entrada para el domingo, pero ya le dije que no hacía falta». El propio Langreo se había adelantado al ver que María Herrero publicaba en redes sociales una foto sobre el derbi que este fin de semana vivirá en su hogar.

Las equipaciones, listas para el partido del domingo
Las equipaciones, listas para el partido del domingo

«Me contactaron para invitarnos a los cuatro», detalla esta presentadora de la Televisión Pública Asturiana que descifró el origen de la rivalidad doméstica en el mensaje que acompañaba la imagen colgada en Twitter: «Cuando hace quince años conocí a un gallego nunca pensé que viviríamos un día como el próximo domingo. En esta familia estamos un poco descompensados». Una camiseta azul y roja, tres blanquiazules. ¿El culpable? Pablo Míguez, «un koruño que se vino a hacer las oposiciones de la RTPA», aclara ella, demostrando dominio de la jerga extranjera. «Koruño del 15010», subraya él, que comparte manos libres y delata en su acento haberse integrado a la perfección en la comunidad vecina.

Lo que no ha perdido con el traslado es la afición al Dépor, cuajada desde la grada Especial de Niños de Riazor cuando militaba en el Ciudad Jardín. Al equipo le debe alegrías memorables vividas en directo, incluso como visitante —«Estuve en la final de Copa del diluvio y en el Centenariazo», presume— y varias desdichas sufridas a través del televisor: «Llevamos unos años que no hay ni una satisfacción, pero ahora es cuando toca estar».

Juan, con su padre, de camino al entrenamiento con las categorías inferiores del Langreo
Juan, con su padre, de camino al entrenamiento con las categorías inferiores del Langreo

Se conforma con el apoyo a distancia porque el coronavirus ha limitado al mínimo las visitas a Galicia, pero aprovecha las retransmisiones para alimentar el gusanillo de sus hijos. «Hugo, el mayor, no es muy futbolero, y aún así tiene la equipación completa, pero lo del pequeño es una fiebre», explica María. Pasión que se resume en una anécdota que relata Pablo: «Le puse un vídeo del partido aquel que jugaron los del Dépor contra el antiguo Superdépor y desde entonces solo existen esos dos equipos, hasta cuando echamos partidillos entre nosotros nos divide así». El domingo, la mayoría de habitantes de la casa de los Míguez-Herrero reforzarán en el Nuevo Ganzábal a la hinchada visitante, muy mermada por el cierre perimetral decretado en Langreo. Habrá un crío en quien su madre quiere ver a Villa y su padre a Lucas Pérez, aunque él solo tenga la certeza de que le gusta marcar goles y ser del Deportivo, y la duda terrible de qué pasará si en pleno partido le entran ganas de mear.