En el fútbol hay tópicos igual de antiguos que el propio deporte. El primero es el siguiente: cuando ganas un partido frente a un rival directo, te llevas seis puntos en la clasificación. El resultado frente al Rayo Majadahonda representa a la perfección esto. De haber perdido, los dos equipos se encontrarían empatados a puntos, en cambio, el Dépor aventaja en 6 al club madrileño a día de hoy.
Otro pensamiento recurrente en este tipo de partidos es que es más fácil ganar como local que como visitante. Aunque realmente, más que un tópico, esta es una realidad demostrada científicamente. La ventaja como local existe. Aproximadamente el 50% de los partidos los ganan los equipos que juegan en casa. ¿Por qué? Uno de los motivos es la afición local, que ejerce su influencia sobre los jugadores y el árbitro. Pero existen más factores. Si no, con los estadios vacíos por la pandemia esta ventaja hubiera desaparecido, y no fue así. Por lo tanto, el hecho de obtener una victoria fuera de casa aumentó el valor del resultado en Majadahonda.
Sigamos tirando de viejos proverbios: los partidos entre equipos igualados se suelen decidir al final. Esto también es cierto. La mayor parte de los goles se meten en la segunda parte. Más concretamente, en la última media hora. Por eso lo que el Dépor consiguió es meritorio: ser visitante (sin olvidar el gran número de deportivistas presentes) y adelantarse en el minuto 2.
Por último, la extraña situación vivida la semana anterior frente al Extremadura era un hándicap. La incomparecencia en Riazor desvirtúa la competición, como dijo hace días Cristóbal Parralo. Es cierto que el Dépor se llevó 3 puntos de un partido que no tuvo que jugar, pero, entre los que nos dedicamos al fútbol, predomina la idea de que descansar un fin de semana puede hacer que el equipo pierda el ritmo de competición. Más mérito tiene entonces entrar a un partido de enorme trascendencia como el Dépor lo hizo en El Cerro del Espino.
Estos factores hacían que el Rayo Majadahonda?Dépor fuera un reto para los coruñeses. Si soy sincero, la imagen que los visitantes mostraron durante los primeros minutos de juego (y durante todo el partido) me resultó sorprendente. No esperaba un partido con tanta solvencia. Aunque, bueno, esto es el Dépor. Y este equipo puede, y debe, acostumbrar a su afición a este tipo de partidos.
Iyán Baragaño es miembro del grupo de investigación AGR de la UDC