La derrota ante el San Fernando hace aflorar el primer bache del club coruñés en la presente temporada, con un equipo sin juego y una afición enfadada
04 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Borja Jiménez fue abucheado por segundo encuentro consecutivo tras oírse su nombre por megafonía y, por primera vez, fue despedido al grito de: «¡Vete ya!.». La afición del Dépor está enfadada y decepcionado con lo visto hasta la fecha y ya lo hace visible cuando acude a Riazor. También hubo reproches a los jugadores y a la directiva.
jugadores
Problemas de mentalidad para lidiar con la presión
Jugar ante 16.749 espectadores que esperan lo mejor de ti no es fácil. Y más, cuando formas parte de un club histórico, que está muy por debajo de donde le corresponde. No saber lidiar con esa presión provoca que jugadores, que en teoría deberían sobresalir en Primera Federación, se empequeñezcan cada vez que salen al terreno de juego. Una ansiedad por agradar que reconocen los propios protagonistas. «Tenemos que trabajar desde la exigencia, es lo que nos pide este club, pero no tenemos que hacerlo con nerviosismo y tensión porque nos hace peores jugadores. Hace que lo que sepamos hacer no lo hagamos. Tenemos que bajar esos niveles de estrés. Parece que nos jugamos la vida cada fin de semana»», explicaba el domingo Lapeña. «Muchos jugadores no estamos dando el nivel que tenemos. Es bonito venir al Dépor, pero tenemos que asumirlo, corregir y mejorar», señaló por su parte Álex Bergantiños.
el entrenador
Problemas arrastrados del pasado curso
Borja Jiménez comenzó la pretemporada señalando que ahora era mejor entrenador y que había aprendido de los errores detectados la pasada temporada y que privaron al equipo del ascenso al fútbol profesional. Sin embargo, su Dépor sigue siendo muy vulnerable en ciertas situaciones defensivas, que los rivales ya tienen muy detectadas. Ya en el Teresa Herrera se vio cómo un equipo sin apenas entrenamientos (el Metalist ucraniano) destrozó su línea defensiva a base de contragolpes y centros laterales. También el balón parado sigue haciendo daño al cuadro coruñés, como se comprobó ante el Pontevedra y el Linense.
Pese a ello, el técnico abulense insiste en Lapeña y Jaime como pareja de centrales. El ex del Valladolid volvió a quedar retratado en el tanto del San Fernando y, de hecho, fue cambiado en el descanso tras otro aciago encuentro. Granero, que sale de lesión, y Pablo Martínez, que aún está terminando de ponerse en forma, son la alternativa.
Múltiples cambios de sistema de juego
A Jiménez se le ve nervioso en el banquillo. Está continuamente de pie y discute con los árbitros. Es consciente de que las cosas no salen como a él le gustaría y en los últimos duelos ha variado tanto los sistemas de juego como las posiciones de sus jugadores. Rubén Díez es el ejemplo más claro. Desde que comenzó la Liga ha actuado de delantero, de mediapunta, tirado a las dos bandas y hasta de mediocentro. El domingo comenzó con un 1-4-3-2-1, con la situación flotante de Álex Bergantiños entre pivote y líbero; luego pasó al 1-3-4-3 con el capitán ya en defensa; lo deshizo tras la expulsión y la retirada del de la Sagrada; y acabó con un 1-4-4-2 en el que los dos laterales no estaban llamados a serlo (Villares y Narro). «[La gente del club] sabe perfectamente el perfil de entrenador que soy. Decidieron dar continuidad y hay que tener tranquilidad en la jornada seis», solicita Jiménez.
secretaría técnica
Los fichajes no están rindiendo al nivel esperado
Sobre Riazor también sobrevuela la duda de si el problema del Deportivo es de juego o de futbolistas. Ya el director deportivo del Córdoba lo puso sobre aviso: «El Dépor tiene muy buenos jugadores, pero tiene muchos jugadores repetidos. Tiene muchos mediapuntas, hasta ha jugado con un falso nueve muchos partidos, Quiles en banda, tiene a Mario Soriano, a Rubén Díez o a Kuki Zalazar. Como delantero centro nato solo tiene a Gorka Santamaría y está jugando poco. También tiene ochos que pueden ser diez como Isi Gómez». Lo cierto es que Borja Jiménez está teniendo muchas dudas en esa posición de nueve.
directiva
Del «notable alto» del pasado curso al convencimiento «absoluto» del ascenso
La directiva del Deportivo ha apostado por darle continuidad al trabajo del pasado curso, en el que el equipo no logró el objetivo del ascenso. «El no haberlo conseguido ensombrece lo mucho bueno que se hizo. Los números finales del equipo son de notable alto o sobresaliente», valoró el presidente Antonio Couceiro en el mes de julio, en su última rueda de presa. Hace unos días, confirmó su pensamiento positivo en una breve comparecencia: «Total confianza del consejo en la gran calidad de la plantilla profesional que hemos logrado reunir. Estamos totalmente convencidos de que será el año del ascenso. Hay un amplio margen de mejora y estoy convencido del nivel de la plantilla y el cuerpo técnico, que trabaja como un equipo».