Ganar al Castilla hubiera sido un éxito completo, pero era muy importante no perder contra un rival directo para recortar distancias con el líder y que el Deportivo siga en fase positiva. El filial del Madrid está entre los tres mejores de la categoría, por no decir que para mí es el más en forma y con más variantes a la hora de plantear los partidos. Como se demostró, resulta muy difícil aguantarle la exigencia ofensiva que plantea, pero el miedo a perder hizo retroceder al Deportivo en demasía. Le pudo esa premisa de que es importante mantener la dinámica de sumar siempre, porque la Liga entra en un momento en que a todos les va a costar un mundo ganar. Se avecinan jornadas en las que al Alcorcón, al Dépor, al Racing y al Castilla les va a costar muchísimo sacar los partidos adelante. Quedan enfrentamientos directos, pero va a ser también muy importante no perder la dinámica positiva. El empate del domingo guarda cierto valor, pero sobre todo era importante no perder. De ahí el respeto, a mi modo de ver excesivo, que los blanquiazules tuvieron en el partido.
Sostener la media inglesa en este momento del campeonato es importante, porque una derrota se vuelve una ventaja difícil de remontar. El calendario se acorta, y el momento de jugarse los objetivos se atisba ya en el horizonte. Hubiese sido maravilloso derrotar al Castilla, pero no perder y no sentirse vulnerable se convierte en trascendental. Hay que darle valor. El Deportivo dispone de capacidad de ganar en todos los campos, pero el margen de error ya no existe: su plan ha de seguir siendo el de no perder. En el debe del equipo está el sumar más fuera, y he ahí el margen de mejora que tiene. En el próximo partido contra la Cultural hay variantes que no hubo, por ejemplo, en el último contra el Linense: un campo bueno, en el norte, que significa que en principio no va a estar seco y suelen cuidarlo, un rival que practica buen fútbol,... Esas premisas favorecen al Dépor a plantear un partido que tiene que ganar. En otros, con el terreno más seco, o pequeño, o con el rival metido atrás, los argumentos se reducen, pero este partido es crucial para volver a casa con otra holgura y recibir al Celta B.
El Deportivo en casa tiene que ser mandón, sólido y solvente. Que lo que el domingo demostró la gente, el escudo y el nombre le hagan tener un punch demoledor. Eché de menos que fuese más poderoso y más autoritario. Contra un rival directo, y con casi 30.000 espectadores en casa hay que ser más mandón. Ojalá que en los partidos que quedan veamos un equipo más valiente y fuerte. Que esa fenomenal afluencia de público la plasme también en el terreno de juego. Está el estadio lleno, viene el Castilla, al que le gusta jugar al fútbol y deja espacios, y ahí eché de menos que al Dépor le tocase jugar, acorralase al visitante y pusiese en práctica variantes que planteasen dudas a este. En casa y con la grada llena no se puede plantear el partido en función del rival. Hay que jugar a lo que quiera el Dépor. Tiene que mandar.