Mario Nájera, jugador del Fabril: «Saliendo del Deportivo te das cuenta de todas las cosas que no tienes por haberte ido»

Iván Antelo A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

Triunfa en el regreso, tras su «año duro» de cesión en la UD Logroñés

21 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Volvió al Fabril un Mario Nájera (Logroño, 2003) mucho más maduro en lo personal y más intenso en lo futbolístico. Llega curtido tras una cesión agridulce a la UD Logroñés, en la que jugó poco, pero aprendió mucho para volver mejor de lo que se fue.

—Su regreso al Fabril está siendo el soñado. Lleva dos goles.

—Sí. De momento, mejor imposible. Dos de dos. Me refiero a victorias, que es lo importante. Y en cuanto a mí también muy contento por participar y aportar con goles, así que mejor todavía. El trabajo del equipo está siendo muy bueno y es lo que se está viendo reflejado en los partidos. Ahora debemos seguir así.

—Lo están haciendo tan bien que igual alguno puede llegar a pensar que en marzo ya estarán ascendidos. Les toca mantener la calma y cuidar las expectativas.

—Hay que ser conscientes de cuál es el verdadero objetivo, que es trabajar duro día a día para poder subir al primer equipo. Si luego podemos pelear también por ese ascenso a Primera Federación, pues mejor, lo pelearemos también. Pero aquí lo principal es formarnos y poder jugar algún día en el Deportivo.

—Pocas caras conocidas en su regreso al Fabril.

—De mi generación, la del 2003, somos pocos los que quedamos. Pero tanto los juveniles que han subido, como los que siguen siendo sub-23, yo ya los conocía también. Les estuve echando el ojo en los últimos años. Ahora, ya con ellos en el vestuario, veo que son también buenos compañeros y también guardo una buena relación con ellos.

—Le toca asumir el papel de veterano del grupo.

—Sí, es lo que tiene cumplir años. En el pasado pude aprender mucho de otros que ejercieron esa función, también de cuando subí con el primer equipo, y ahora me toca a mí ese rol. Así que espero servir de ejemplo a los jóvenes, que vienen con muchas ganas.

—Podrá ayudarles desde la experiencia ya ha acumulada.

—Sí, es muy importante que sean conscientes de que no por subir al Fabril ya está todo hecho. Es verdad que están a un paso, pero hay que seguir. A estos chavales que suben ahora desde juveniles lo que hay que decirles es que solo se llega desde el trabajo, que es lo que les llevará a estar preparados para cuando les llegue la oportunidad, que nunca se sabe cuándo puede aparecer.

—¿Cómo vuelve al Fabril tras su curso de cesión?

—Fue una temporada pasada de aprendizaje, así que me tocó vivir un verano de análisis de todo lo vivido en la UD Logroñés para que me sirvieran para ofrecer un mejor nivel este año en el Fabril. Así que me conciencié mucho, con una preparación muy estricta, para poder llegar en las mejores condiciones posibles y así ofrecer un salto de calidad.

—¿Cómo se tomó la decisión de que saliera a la UD Logroñés?

—Había hecho una buena temporada con el Fabril de Gilsanz, logrando la permanencia en nuestro primer año en la categoría y acabando con buenos números. Y se buscó un pasito a algo más, a un equipo veterano que tuviera como objetivo el play off. Y apareció esa opción. ¡Qué mejor sitio para mi que volver a casa, a la UD Logroñés! Pero bueno, al final no salieron las cosas como pensaba y fue un año duro, complicado, que me sirvió para aprender, que por otra parte, también era lo que se buscaba.

—¿Qué aprendió?

—Saliendo fuera te das cuenta de todas las cosas que no tienes por haberte ido del Deportivo. Pierdes todos esos privilegios que disponemos en Abegondo. Te das cuenta de que en el Dépor somos unos afortunados por todo lo que nos dan. Cuando los contratos se acaban o, por lo que sea, te tienes que ir, todo eso se echa en falta y te das de bruces con la realidad. Y luego, dentro de lo que pude jugar, estando disponible casi todas las semanas, pude aprender lo que es la exigencia de estar en un equipo que tiene que ganar todos los partidos, en donde el 1-0 tampoco vale, y en el que siempre tenías que hacer más, más y más. Y luego, aunque jugara en la misma categoría que el Fabril, el fútbol en ese grupo es diferente. Los partidos son mucho más cerrados, todo tendía más ir a duelos, así que aprendí a no relajarme y a ser más intenso, que era una de las partes en las que más flojeaba.

«Soy muy afortunado por poder volver al Deportivo»

El riojano mantiene su ilusión por llegar al primer equipo.

—¿Tuvo siempre claro que quería quedarse en el Fabril?

—Sí. Después de un año duro necesitaba volver al Dépor, el club que siempre me ha dado la confianza, para poder demostrar todo lo aprendido. Salir otra vez iba a ser complicado y lo mejor era estar en el Fabril para demostrar.

—Con contrato hasta el 2027, es su último año sub-23 y luego le tocaría primer equipo.

—Sí, esta es una temporada importante para mí y el objetivo es subir al primer equipo. Así que lo que busco es hacerlo lo mejor posible y, si se da la situación y el club quiere, dar el salto. Yo estaría encantado.

—Allí ya están excompañeros de promoción como Barcia, Yeremay y Mella.

—Sí, incluso también jugué en el Fabril con Villares y Rubén. Esa apuesta se está dando en los últimos años y también es la que ha hecho que podamos volver al fútbol profesional. Y además la cantera sigue viniendo fuerte y le va a ayudar todavía más a ganar.

—Con una plantilla tan larga en el Fabril no se pueden relajar.

—El primer mandamiento de Manel Pablo es la exigencia. Y eso no se discute. Somos una plantilla bastante grande, como dices, con muchos jugadores válidos para diferentes situaciones y a la mínima eso puede hacer que salgas del once o te caigas de la convocatoria. Así que hay que estar siempre alerta y preparado. Eso es muy bueno porque hace que te exijas cada día.

—Después de lo mal que lo pasó, ¿de quién se acuerda ahora que le sonríen las cosas?

—Sobre todo de mi pareja, que es la que más me ha apoyado en esos días que no iba convocado o no jugaba; también de mi representante, que siempre me daba un toque de aliento y ánimo... De mucha gente. También del Dépor, de lo afortunado que soy de poder volver.