Ismael Díaz, el huracán del Fabril que vino de Panamá

CANTERA

Ismael Díaz decidió para el Fabril un partido trabado (3-0)

16 oct 2017 . Actualizado a las 16:14 h.

Si todos los malos días que le queden, el Fabril los resuelve así, puede llegar muy lejos. Con siete bajas importantes, que acabaron siendo ocho por la lesión de One en el arranque de la segunda mitad, con un calor bochornoso y humo en el ambiente, y un rival pegajoso que cortocircuitó por completo el juego local, el filial blanquiazul sacó lo mejor de sí en los minutos finales para golear al Talavera (3-0). Una lección de paciencia y compromiso en la que el gran protagonista fue el panameño Ismael Díaz, autor de las dos asistencias que sentenciaron el partido entre los minutos 77 y 80. El extremo, de 20 años, que debutó hace siete días y todavía necesita tiempo para acoplarse a la competición después de un último año aciago por las lesiones, comenzó a demostrar que tiene condiciones para estar en la lista de su país para el próximo Mundial.

Fue un partido feo. Típico de la sobremesa que sucede a un banquete opulento. Mucha disputa, poco juego y abundantes errores en la salida de balón. Bien es cierto que al filial le faltaban siete futbolistas que bien podrían ser titulares (Francis, Quique Fornos, Caballo, Edu Expósito, Bicho, Romay y Luis Fernández), pero aún así el equipo con el que salió Cristóbal Parralo tiene nivel para competir con cualquiera.

El Talavera sorprendió con una presión alta de la que el Fabril fue incapaz de salir en la primera media hora. De hecho, los visitantes gozaron de varias ocasiones para adelantarse, la más clara un remate de Encinar, franco ante Álex Cobo, que mandó incomprensiblemente alto (minuto 13).

Sin fluidez, sin el habitual juego combinativo, el cuadro coruñés encontró un plan B para hacer daño al rival. El juego directo. Uxío pasó a convertirse en referente de todos los balones largos y, lo más importante, los ganó todos. Daba igual si era un melón o una uva presta para degustar. Él los peleaba todos y los convertía en balones decentes para sus compañeros. Tan descarado fue su dominio que el entrenador rival cambió a su marcador en el descanso por un bigardo que le peleara el juego aéreo.

El guion fue el mismo hasta los últimos compases. Cristóbal refrescó al equipo con Ismael Díaz y el juvenil Ortuño y el Talavera se fue descosiendo producto del cansancio. En solo tres minutos, entre el 77 y el 80, el extremo panameño decidió el duelo. Primero, vio el impresionante carrerón de Lucas y se la dio al lateral para que hiciera el 1-0; y, luego, habilitó a Pinchi para que el coruñés anotase el 2-0. Ya en el epílogo, Queijeiro realizó una bonita jugada con el juvenil Ortuño y se plantó solo ante Machuca para poner la guinda.