Gavi sí, Noel no; cuestión de valentía

Iván Antelo A CORUÑA

CANTERA

CESAR QUIAN

26 jun 2022 . Actualizado a las 18:00 h.

Llevo 17 años siguiendo a la cantera blanquiazul como periodista. Una década más como aficionado (desde mediados de los noventa), cuando aún era un chaval. Y siempre es la misma historia. El Deportivo es un club cobarde con los suyos. Trabaja bien con sus categorías inferiores, pero a la hora de la verdad no se atreve a ponerlos. Permite a sus perlas asomarse, pero nada más. Se les pide paciencia, se dice que no hay que forzar etapas y se les exige a los chavales que mejoren lo de fuera para poder jugar. No se invierte (en paciencia) en su formación en la élite y se les acaba dando la patada (o hartándolos hasta que se van). El fútbol profesional está lleno de exdeportivistas curtidos en Abegondo que encontraron en el primer equipo un tapón cimentado.

El último en salir a escena es Noel. Un chico juvenil, capaz de destrozar al Barça en la final de la Copa de Campeones. Enfrente tenía a Gavi, un año más joven, para mayor inri. Apenas unos meses después de aquel partido que encumbró al silledense e hizo llorar al sevillano, es el culé el que disfruta de la titularidad con el primer equipo e incluso en la selección española. ¿Acaso la Primera RFEF es tan dura y exigente que no permite al Deportivo foguear a sus canteranos?

Pamplinas. Es lo de siempre. Cobardía. A la Real no le tembló el pulso en poner a jugar en Liga a Barrenetxea ni al Villarreal a Yeremy Pino, con 17 años ambos. Y la lista de ejemplos sería interminable. No hace falta que el jugador sea Messi para asomarse a la élite siendo menor de edad. Es cuestión de actitud. De dejar de ser unos cobardes.

La Primera RFEF es la tercera categoría nacional. ¡La tercera! La misma liga en la que vi debutar a Pablo Insua con 16 años (en el Fabril, claro). Los primeros pasos del arzuano fueron malos (varios penaltis cometidos), pero sus errores acabaron siendo vitales para su formación y para que el Deportivo terminase sacando por él 3,5 millones.

¿Qué pensaría Noel al ver el Italia-España del miércoles? Solo es unos meses menor que Yeremy Pino y es mayor que Gavi, al que hizo llorar no hace mucho. Pero a él le dicen que es joven, que tenga calma, aunque marque cada cinco minutos. Justo ahora que los grandes se lo rifan. Solo su corazón deportivista puede hacer que renueve, porque el Dépor no tiene argumentos económicos ni tradición a la hora de tratar a sus canteranos que lo avale. Hasta los 24 no le dieron bola a Bergantiños. Hasta los 35 Ian Mackay no entró en el salón de la fama de Abegondo (ese en el que entra un canterano cada vez que debuta). Dejar a Noel en el banquillo, sin jugar, es darle argumentas a su cabeza. Esa en la que no para de resonar un eco peligroso: «Gavi sí, Noel no».