El pacto refuerza al alcalde de Vigo y desactiva al grupo mayoritario de la corporación
12 jun 2014 . Actualizado a las 15:43 h.Los 13 votos del grupo municipal del PP en el Concello de Vigo harán mañana a Caballero un alcalde más feliz y sobre todo con mayor poder. Incapaz de aprobar el presupuesto con los 11 concejales de su grupo debido a la ruptura con los 3 del BNG, el regidor se encontró por el camino con la oferta de la oposición popular de apoyar desde fuera las cuentas municipales.
Ante semejante opción Caballero no lo dudó: accedió a varias demandas menores del Partido Popular relacionadas con inversiones de la Xunta, algunas de ellas ya en marcha antes del acuerdo, y logró sacar adelante sus cuentas con retoques mínimos. Y como efecto secundario, desaparecieron casi como por ensalmo las críticas de los populares a su gestión. En las casi vísperas de las elecciones del 2015 un panorama inmejorable para un alcalde en minoría, que evidentemente no ha rechazado.
Desde las filas del PP, su máximo responsable, José Manuel Figueroa, que aspira a encabezar el cartel electoral el año próximo por primera vez, ha aludido en repetidas ocasiones, hoy también, a que se trata de un «gesto de responsabilidad». Caballero, por su parte, ni ha mentado el tema para evitar recordar que gobierna porque los demás grupos se lo permiten. Y como prolegómeno de lo que puede venir, un día más volvió a criticar al presidente Feijoo, esta vez por no conseguir modificar la ley judicial de Gallardón que va a afectar gravemente a Vigo.
Es la primera vez que se produce un pacto de este tipo en el Concello de Vigo, un acuerdo que ha tensado las costuras del PP y que en el PSOE se ha recibido como agua de mayo. Por su parte, el BNG lo ha criticado con dureza ya que ahora sus 3 votos tienen muy escaso valor.