Ralentizar

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas EL ÁTICO

VIGO

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Es habitual que cuando un periódico publica una noticia en la que coinciden arqueología y urbanismo, algunos profesionales del estudio del pasado critiquen, casi siempre en tono irónico, como de quien ya sabe lo que va a pasar, al medio en cuestión. Centran estos la crítica en que se construye la información señalando una parte, la arqueología, como culpable de la paralización o ralentización de la otra, el urbanismo, que puede ser público o privado. Quieren destacar con ello que hay una intención, dicen, desde los medios de comunicación, de culpar a la arqueología de cualquier retraso en las planificaciones de nuevas construcciones, apertura de calles o cualquier nuevo elemento urbanístico.

Es llamativa esta forma de ver la botella. Desde un punto de vista periodístico, el informador tiene que trasladar a sus lectores todos los elementos de una noticia, tanto la aparición de nuevos elementos del pasado que ayudan a conocernos mejor, como las consecuencias que puedan acarrear estos descubrimientos, que pueden ser la paralización o la ralentización de una obra. Así que si una obra tenía unos plazos fijados y algo altera esa cronología es lógico que se apliquen verbos como paralizar, ralentizar o similares. Así que desde ese punto de vista, carecen de fundamentos las críticas.

Pero es que además, cualquier alteración de los plazos motivada por la aparición de restos arqueológicos conlleva en muchos casos la ampliación de los trabajos, con lo cual los profesionales de ese sector tienen más trabajo, que bien lo merecen. Y aun por encima, la sociedad conoce mejor su pasado. ¿Qué más se puede pedir?