Javi Díaz cierra el círculo

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

VIGO

Laura León

A sus 43 años, el portero ficha por el Cangas; en su historial estarán los otros tres grandes gallegos

21 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Javi Díaz (O Rosal, 1975) es una leyenda en activo del balonmano gallego, aunque él no se identifica con esa etiqueta. Durante los últimos 25 años su nombre ha estado vinculado a las porterías de clubes como Chapela, Octavio, Teucro, Cantabria, Villa de Aranda o Valladolid. A partir de agosto, con 43 primaveras encima, se encargará de defender la meta del Balonmán Cangas. Así podrá presumir de haber jugado en todos los históricos de Galicia. «Vounos facer todos, a verdade é que é todo un póker», concede entre risas el portero, que ayer vivió su puesta de largo como jugador en O Morrazo.

Las últimas tres temporadas fue Valladolid el destino de Díaz. El pasado mayo, cuando Asobal bajó el telón y le preguntaron cuál iba a ser su futuro, el guardameta no dudó en anunciar que dejaba la alta competición. «Para min era ademais unha despedida con un toque romántico, porque debutara en Asobal co Octavio, con 17 anos, precisamente en Valladolid», recuerda. Pero sus planes vivieron un giro un puñado de horas después cuando el persuasivo presidente del Cangas, Manuel Camiña, le dijo que le quería en la portería de O Gatañal.

En ese momento Díaz se lo replanteó todo. Tenía claro que su prioridad era regresar a Galicia para poder disfrutar de su familia y especialmente de su bebé de apenas unos meses, y jugar en Cangas, a apenas veinte minutos de su casa y en Asobal eran piezas perfectamente encajables en el puzle. «Foi unha decisión sinxela, o que quería era volver a Galicia tras seis anos fóra para estar coa familia, así que cando mo prantexaron non mo pensei demasiado».

En O Gatañal Díaz se reencontrará con viejos conocidos como Suso Soliño, con su amigo Dani Cerqueira o con Magí Serra, que ya le había entrenado en Aranda. Además, tras muchos años sufriendo la presión del público morracense, a partir del próximo otoño lo disfrutará de su lado.

Ilusión de un juvenil

Un cuarto de siglo como jugador y diecisiete años en la élite dan para mucho, pero también desgastan. Sin embargo, Javi Díaz tiene claro que conserva intacta su ilusión por el balonmano. «É o meu hobby. Sempre o vexo como que é o que me gusta facer. Adestrar, xogar, non me supoñen sacrificio. No momento no que me custe ir a adestrar ou fisicamente non renda a un nivel aceptable ou alto, serei o primeiro en dicir que ata aquí chegamos. Pero de momento non teño esa sensación. Os últimos anos estou rendendo a un bo nivel e fisicamente imos aguantando», explica.

Díaz tomará el relevo en Cangas de otro veterano como Moyano en un deporte en el que cada vez es más habitual ver guardametas que rondan los cuarenta. «Eu creo que é porque é un posto moi específico no que necesitas un punto máis de madurez. Eu non son o mesmo porteiro agora ca hai 25 anos. Teño máis tranquilidade, son menos impulsivo. A experiencia dáche ese saber cando actuar e cando non», describe.

Una experiencia que ahora pondrá a las órdenes de un Balonmán Cangas al que llega «para vivilo como se tivese 18 anos. Quero aportar todo o que poida para que o equipo se manteña en Asobal», dice el rosaleiro, testigo de primera mano de las vueltas del balonmano español durante los últimos 25 años. ¿Qué le ha aportado su deporte en todo este tiempo? «¡Sempre digo que o balonmán che da amigos e camisetas!», proclama entre risas, a la vez que reconoce que se lo ha dado todo.