La naturaleza se abre paso en María Berdiales

Begoña R Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

cedida

Un conejo y una plantación de zanahorias hacen compañía a los árboles indultados por el Concello

16 oct 2018 . Actualizado a las 22:14 h.

Los árboles de la calle María Berdiales que sobrevivieron al proyecto de humanización que quedaba por realizar en el tramo pegado a Gran Vía, tuvieron este fin de semana la compañía de más brotes verdes. Una bolsa de plástico se convirtió en un conejo blanco que buscó comida y encontró una pequeña huerta de zanahorias en medio del cemento. Algunos vecinos aseguraron ver al roedor doméstico, pero otros afirmaron que solo lo parecía. En mayo los ejemplares que crean un frondoso túnel verde en verano regalando frescor, amanecieron un día con carteles en los que se podían leer lemas como: «Limpio el aire y tu mirada», «No me tales» o «Yo soy feliz aquí». Junto a ellos, figuras pintadas de pájaros carpinteros de papel. Todo indica que, de nuevo, la mano de algún ciudadano con espíritu creativo y crítico se puso manos a la obra para dar vida a una instalación efímera que ayer desapareció definitivamente. La reforma, al fin, está acabando (llevan más de cuatro meses en un tramo de 72 metros de largo) y las apisonadoras no dejaron ni rastro.