Once días para descubrir a Eduardo Gruber

La Voz

VIGO

Eduardo Gruber

Es la única muestra que se puede ver en el Marco hasta que este viernes se inaugure una de obras del siglo XX de Colmeiro

22 ene 2020 . Actualizado a las 16:31 h.

Hasta el día 2 de febrero • Museo Marco (Príncipe, 54) • Martes a sábado 11.00 a 14.30 y 17.00 a 21.00h. Domingo 11.00 a 14.30 h. • La nueva programación del Marco arrancó hace cuatro meses con una doble apuesta por el dibujo. Tras la clausura de la muestra protagonizada por Jorge Martins (Lisboa, 1940) sigue la de Eduardo Gruber (Santander, 1949), comisariada por el nuevo director del Marco, Miguel Ángel Fernández Cid. Y sobre el autor, dice: «Los dibujos de Eduardo Gruber resultan especiales porque contienen todo el proceso de trabajo. Parten de un motivo, con frecuencia prestado pero apropiado, a partir del cual despliega y desarrolla la obra. Dibuja, escribe, añade o resta, busca la escala ideal. Sólo en la acuarela procede leve y preciso, limpio y atinado. Siempre es audaz, ágil llevando al espectador hacia la imagen deseada, que contiene búsquedas y huellas.

Artista polifacético, ha realizado esculturas, intervenciones en el espacio, instalaciones, escenografía (de ópera para Pilar Miró), y ha publicado varias novelas.

La muestra del museo de arte contemporáneo vigués reúne una selección de obras recientes, dibujos y obra sobre papel, en la que resulta central la presencia de la palabra y de la literatura. Añade Fernández Cid que la serie El salón de los espejos «reúne trabajos recientes sobre papel en los que conviven la línea, el texto y la grafía. Arranca con una reflexión sobre el azar. La exposición se cierra con una serie, Femme fatale, en la que, a partir de unas fichas policiales que le llegan casi por azar, Gruber actualiza retratos y sugiere nuevas vidas, traspasando el espejo de la realidad. Hay mucho de Carroll, de inventor de historias, incluso de fabulador romántico. Quizá por eso, la exposición se abre con un cisne que arranca el vuelo, a punto de ser devorado, aseteado por cubiertos de alpaca». Sobre ese proceso Gruber cuenta que cada retrato lleva asociado un relato al nombre y la imagen fotográfica del rostro de cada una de las mujeres fichadas. «Mary Harris, Eileen O’Connor, Jean Wilson, Alice Clarke, Dorothy Mort, Clara Randall, Phyllis Carmier «Hume», Nellie Cassidy y Annie Gunderson, son mis amores platónicos, las protagonistas de este trabajo. En su elección ha primado lo que cada uno de sus rostros me ha inspirado, rostros cansados, tristes en muchos de los casos, todos ellos transmitiendo la idea de que la mala suerte les ha vencido».