¿Cómo afecta el confinamiento por el coronavirus a los niños pequeños?

L.Míguez VIGO

VIGO

Aportar información clara en función de la edad, dar ejemplo de serenidad y pedir ayuda a un especialista en casos graves son claves para estos tiempos difíciles

02 abr 2020 . Actualizado a las 00:47 h.

Cerrados. Así están los niños de Vigo desde que se decretó el estado de alarma. Y es que pese a que en países como Italia se ha promovido que los pequeños puedan salir algo de casa, en España siguen confinados. Aunque muchos lo llevan bien, no ocurre en todas las casas e incluso los más pequeños notan el cambio de rutinas y de vida que ha supuesto la llegada del coronavirus, aunque no la entiendan. Así lo explican desde el gabinete psicológico Punto y Aparte, situado en la calle Venezuela y con cuatro años de experiencia. En total trabajan en la empresa siete personas entre psicólogas, una terapeuta, una logopeda y una pedagoga. «Ahora mismo solo hacemos consultas online de urgencia porque el colegio de psicólogos nos ha habilitado una web donde poder hacerlo. El resto de casos no es viable tratarlos, pero si los de urgencia». 

Quien habla es una de las profesionales del gabinete, Claudia Romero Gallego, que conoce de primera mano muchos casos en los que el confinamiento ha hecho mella en los pequeños. «Hay niños que lo llevan mejor o peor y lógicamente depende de la edad, pero la sintomatología es parecida: más rabietas, más ansiedad, problemas para dormir.. en el caso de los pequeños se dan casos de regresión a una etapa inferior en el desarrollo, como querer dormir con los padres si ya no lo hacía, volver a pedir el chupete o problemas en el control de esfínteres», explica esta psicóloga. 

En los estudiantes de Primaria o mayores, la ansiedad es la clave de estos días, junto a la apatía al tener que quedarse encerrado en casa durante tanto tiempo. «Los niños dependen mucho del entorno para regularse, cuando todo cambie lógicamente estarán mucho mejor, pero de momento no hay otra. En cualquier caso, no creemos que el confinamiento deje secuelas importantes». 

Para que la familias lleven las situaciones lo mejor posible, ofrecen algunos consejos. El primero de ello, reducir expectativas. Con teletrabajo, niños en casa y un hogar que atender no se podrá estar al 100% con todo y eso no es malo. «Hay que mantener la calma y transmitírsela a nuestros hijos, no vamos a poder llegar a todo y no pasa nada, hay que ser pacientes». 

Mantener unas rutinas de horario en las que se incluyan actividades de ocio, incluir actividades diferentes de cuando en cuando y alguna deportiva aún estando en un espacio pequeño y cerrado pueden ayudar también a llevar mejor el confinamiento. Y es que muchos de los niños están acostumbrados a tardes de parque y actividades extraescolares deportivas en las que descargar energía, por lo que el sedentarismo les afecta especialmente y su sueño lo nota. 

«Hay que empatizar mucho con cómo se sienten, informarles pero tampoco sobreinformar, mucho cuidado con los datos y cosas que decimos delante de ellos. Es normal que a veces estén tristes, aburridos, hay que decirles que les entendemos e intentar canalizar la energía hacia las cosas que sí podemos hacer y en otras ocasiones no, por falta de tiempo», explica Claudia Romero. 

Casos más difíciles

Lógicamente, hay casos que son más difíciles de gestionar. En el caso de los niños diagnosticados de TEA (trastornos del espectro autista), pueden salir de casa, aunque en el gabinete recuerdan que hay mucha variabilidad de necesidades y situaciones. «Los casos de niños con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) lo están pasando mal porque necesitan mucha actividad», explican desde este gabinete vigués.

Precisamente algunos de esos casos son los que continúan atendiendo, ya que muchos de estos menores sufren especialmente el confinamiento. Son niños que sin sus actividades para quemar energía habituales están mucho más irritados y nervisos. 

Un libro para explicar

Para combatir el miedo, para reducir la ansiedad o para saber cómo explicarles a los niños esta situación extraordinaria, desde el gabinete Punto y Aparte recomiendan la lectura de Rosa contra el virus, destinado a menores de 4 a 10 años. «Es interactivo, a los niños les encanta y les ayuda a entender mejor la situación. A veces tienen dudas y esas dudas se transforman en miedo y tenemos que darles información para ayudarles», remata Claudia Romero.