Alejandro Gómez: «La vida tiene un principio y un final, que a veces llega demasiado pronto»

LA VOZ VIGO

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M.MORALEJO

El tumor cerebral inoperable se ha detenido y el Galgo de Zamáns hace vida normal

30 sep 2020 . Actualizado a las 08:19 h.

A principios del mes de julio, a Alejandro Gómez Cabral (Vigo, 1967) le diagnosticaron un tumor encefálico grave e inoperable. Casi cuatro meses, después terminó con el tratamiento, el tumor se ha detenido y el Galgo de Zamáns hace vida normal, con sus rutinas físicas para mantener la forma e incluso sigue ejerciendo de preparador físico de un equipo de fútbol femenino. Alejandro se considera un todoterreno del mundo del atletismo, repite que todo lo consiguió a base de esfuerzos y solo lamenta que un camión, que lo arrolló, le impidiese ser olímpico por cuarta vez. Como enseñanza de su enfermedad, relata con frialdad que la vida tiene un principio y un final, que en algunos casos llega demasiado pronto.

-¿Cómo está?

-Bien. Me encuentro bastante bien dentro de lo que cabe.

-¿Qué tal ha ido el tratamiento?

-El tratamiento por ahora va bien.

-¿En qué punto está el tratamiento?

-Ya se acabó, ahora está en el punto que me toca revisión médica

-Dijo en Onda Cero que el cáncer se había quedado parado. ¿Cómo evoluciona la enfermedad?

-En principio sí, hasta que haya una nueva resonancia está parado todo.

-¿Cómo es su día a día actualmente? ¿Cuáles son sus rutinas?

-Igual que una persona normal. Me levanto por la mañana, desayuno, al poco tiempo empiezo mi vida deportiva, haciendo mi gimnasia poco a poco, lo que toque a nivel de fuerza, de piernas, brazos y algo de articulación. Por la tarde tengo días que voy a entrenar con las niñas y otros que me toca quedarme en casa. Suelo mantener la forma.

-¿Qué recuerda de los días anteriores a ir a urgencias?

-Fueron días normales.

-¿Qué le ha enseñado la enfermedad?

-La enfermedad me ha enseñado que la vida tiene un principio y un final, que a veces es demasiado pronto.

-¿Valora ahora más las cosas que antes no valoraba?

-No.

-¿Esperaba tantas muestras de cariño?

-Yo no espero nada, lo que no esperaba es lo que tengo y nada más.

-¿Está abrumado por la respuesta del atletismo gallego?

-No, no lo estoy.

-¿Le quedó claro que es un referente para el atletismo gallego?

-Tampoco lo veo así, a día de hoy soy el que mejor historial tiene pero nada más.

-¿Qué mensaje le ha llegado más al corazón?

-Ninguno, porque los mensajes los doy yo.

-¿Cómo analiza su carrera deportiva?

-No analizo nada, intenté hacerlo lo mejor posible y creo que lo hice bastante bien.

-¿Qué fue lo mejor?

-Muchas veces es lo que haces bien y lo que haces mal, también, porque aprendes de las dos cosas igual.

-¿Qué echa de menos?

-Realmente no hecho de menos nada, todo tiene un principio y un final.

-¿Le faltó algún podio a nivel internacional?

-No, porque aunque yo me ponga y diga lo que faltó y lo que no faltó, no sirve para nada. Nosotros lo hicimos bien hasta ese punto y nada más.

-¿Alguna competición que le hiciera especial ilusión?

-Tuve la gran fortuna de poder competir en donde yo quisiera.

-¿Qué significó para usted acudir a tres Juegos Olímpicos?

-Faltó el cuarto porque me arrolló el camión de un cantante famoso de entonces y me dejó sin la olimpiada de Sídney porque me intención era hacer como mínimo cuatro juegos.

-¿Se considera un hombre de cros, de pista o de maratón?

-Me considero un deportista muy completo que podía hacer las tres modalidades igual de bien.

-¿Qué es el canicros para usted?

-Es un deporte que me encontré después de dejar el atletismo y estoy contento de que me lo presentaran.

-¿Los perros son uno más de la familia para usted?

-Sí, para mí los perros son uno más, son igual que un deportista mayor, dependían del entrenamiento que hacían, del tiempo que hacían porque son uno más.

-¿Qué tal como preparador físico del fútbol femenino?

-Eso lo tendrán que decir ellas si lo hago bien o no, pero yo me siento bastante orgulloso.

-¿Se considera más futbolero o más atleta?

-No voy a elegir entre una cosa u otra. El atletismo me hizo como persona y el fútbol también. Son dos cosas completamente distintas.

-¿Qué mensaje le daría al mundo del atletismo?

-En el plano deportivo diría que para llegar a un nivel muy alto hay que trabajar mucho, ese es el objetivo. Si después lo quieres tomar de coña igual puede sonar la flauta, pero la gente que tenga muy claro que yo por lo menos llegué a base de trabajo.