La parada del ferri de Caminha vacía de peregrinos el Camino Portugués por la Costa

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

Los albergues detectan que la ruta se desvía por el interior hacia Valença

04 jun 2021 . Actualizado a las 17:43 h.

El temor crece por momentos entre los propietarios de los albergues situados en el Camino Portugués por la Costa y, en general, entre los municipios por los que discurre: A Guarda, Oia, Baiona y Vigo. Tal es la preocupación que no descartan que esta variante se muera si el ferri que une Caminha con A Guarda no se pone pronto en marcha. El servicio que presta esta embarcación de Caminha, está suspendido al encontrarse el personal encargado de su manejo realizando otras tareas municipales derivadas de la pandemia. Desde el Concello de A Guarda se ha intentado dar una solución al tema, pero de momento está a expensas de lo que digan sus vecinos portugueses.

El ferri es primordial para la buena marcha del Camino Portugués por la Costa. En la actualidad la única posibilidad de cruzar el río es el servicio de barco taxi con precios superiores al ferri. Mientras este último costaba 1,50 euros por persona, en los taxis, si se trata de un usuario, le sale a 10 euros. A partir de dos el precio baja a 5 por persona.

Desde que se abrió la frontera entre ambos países los albergues de la orilla española detectan que apenas llegan peregrinos y los pocos que se dejan caer comentan que al no haber ferri muchos ya no cruzan hacia A Guarda. Por el contrario, continúan por Portugal hasta Valença para pasar a Tui y seguir por el Camino Portugués de interior, que discurre por O Porriño, Redondela y Pontevedra.

Una opción alternativa es cruzar por el puente que une Vila Nova de Cerveira y Tomiño, pero esto obliga a retroceder de nuevo hacia A Guarda si se quiere ir por la costa, lo que supondría una etapa más y no tendría sentido.

El albergue municipal de A Guarda se encuentra en estos momentos cerrado por obras, pero desde el privado de O Peirao comentan: «Nos perjudica un montón el tema del ferri, tenemos lo justo para sobrevivir, mucha gente sigue hacia Tui».

En el mismo sentido se pronuncian en el albergue Hostel Baionamar, de Baiona: «Hay menos gente, aunque ahora con el covid no se puede valorar, pero el hecho de que no haya ferri es una barrera y la gente sigue a Valença.

«Nos perjudica muchísimo, el cien por cien, que no se pueda cruzar en A Guarda porque siguen hacia Tui», confirman en el albergue Estela do Mar, también en Baiona. La respuesta vuelve a ser la misma en los establecimientos de Oia. «Hay gente que cruza en las barcas, pero menos; con el ferri es mejor, se nota», dicen en el Alojamiento Camino Portugués Oia.

«El Camino se muere poco a poco si no se reactiva, el ferri es primordial. Además en la parte portuguesa se lo ponen en bandeja, porque de Caminha a Valença han hecho un paseo muy bien acondicionado», añaden en el albergue turístico Aguncheiro, de Oia.

En algunos casos hasta insinúan que puede haber intereses para que los peregrinos sigan el Camino por la orilla portuguesa, como sucede ahora.

En Vigo, los albergues de las asociaciones de vecinos de Saiáns y O Freixo permanecen cerrados a la espera de lo que se decida en la reunión que está prevista celebrar hoy con los responsables de todos los establecimientos.

Muy diferente es la situación de Tui, por donde llega el Camino portugués de interior y ahora, por lo que parece, también de la costa. En la Oficina Municipal de Turismo detectan «un incremento notable y constante de peregrinos» desde que se abrieron las fronteras. No saben si detrás de este aumento puede estar la suspensión del ferri de Caminha, pero sospechan que «algo influirá».