El Chuvi hará un plan para mejorar el uso de la medicación tras el alta

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

Noemí Martínez, delante en el centro, con parte del servicio de farmacia hospitalaria en el Cunqueiro
Noemí Martínez, delante en el centro, con parte del servicio de farmacia hospitalaria en el Cunqueiro M.MORALEJO

El servicio de farmacia quiere centrarse en los pacientes con más problemas

12 feb 2022 . Actualizado a las 13:33 h.

El servicio de farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo se prepara para activar un programa para que las personas que hayan estado ingresadas y se vayan de alta con determinadas medicaciones delicadas reciban un seguimiento estrecho desde atención primaria. «El hospital no puede ser algo aislado, tenemos que intentar que el paciente siga recibiendo atención cuando se va de alta», dice la jefa de servicio de farmacia hospitalaria, Noemí Martínez, que asumió el cargo hace un mes.

Ese programa se va a dirigir a pacientes con medicamentos de alto riesgo —en los que su uso incorrecto, o su falta de uso, puede provocar un efecto adverso—. Entre las áreas principales que ha identificado la jefa de servicio están los enfermos que sufren eventos cardiovasculares, los que tienen tratamientos con opioides, quienes ingresan en el hospital por no seguir la pauta de tratamiento y quienes son hospitalizados por un efecto adverso. Estas son las primeras prioridades, pero el servicio de farmacia quiere crear un grupo de trabajo con otras especialidades del hospital para afinar los detalles.

Este plan, bautizado como programa de conciliación de la medicación al alta hospitalaria, pasa por crear un canal de comunicación entre el hospital y atención primaria. «Casi todos los pacientes están unos días ingresados y luego se llevan medicación ambulatoria; es importante garantizar un uso correcto», reflexiona la jefa de servicio. Si el farmacéutico del hospital envía una alerta al del centro de salud sobre un paciente concreto, este podrá intentar que el uso de la medicación sea adecuado.

Según Noemí Martínez, este programa también se va a aplicar a las residencias de mayores. Actualmente, el Chuvi gestiona la medicación de trece centros sociosanitarios del área sanitaria de Vigo, con cerca de dos mil usuarios (el 40 % del total). Se envían los medicamentos desde el Álvaro Cunqueiro y un farmacéutico del hospital es el responsable de gestionar todos los problemas que puedan surgir.

El servicio de farmacia tiene casi un centenar de trabajadores. A medio plazo, la jefa de servicio quiere potenciar la investigación en líneas como la trazabilidad de los medicamentos o la sostenibilidad ambiental. Ya hay varios componentes del equipo que han presentado tesis doctorales. Además, está colaborando con otros servicios para impulsar la farmacoterapia personalizada, es decir, adaptar el medicamento a las características de cada persona.

En el departamento no solo gestionan toda la medicación del hospital sino que también la preparan, cuando no hay composiciones comerciales. Es la llamada formulación magistral, que se usa, sobre todo, con pacientes pediátricos y con enfermedades raras. En el 2020 se hicieron 62.000 preparaciones no estériles, casi el doble que tres años antes.

Hacia la robotización de la gestión de los fármacos del hospital

El servicio de farmacia es uno de los más robotizados. Desde la apertura del Álvaro Cunqueiro tiene un robot gigante para gestionar todo el almacenamiento de medicamentos. Los fármacos se guardan en varios armarios rotatorios. Se controlan a través de una pantalla. Un técnico introduce lo que busca y el armario se mueve automáticamente para dispensarlo. «Tenemos que avanzar en la robotización», se propone la jefa de servicio. En algunas plantas del Cunqueiro ya existen pequeños armarios que también son automáticos. El personal no rebusca entre las cajas para encontrar lo que necesita, sino que introduce un código en el armario robotizado y es este el que da la medicación concreta para cada paciente. «Tiene ventajas, sobre todo que disminuye los tiempos de respuesta y da más seguridad», dice Noemí Martínez. Su idea es hacer un estudio del consumo de fármacos en cada planta del hospital para decidir dónde instalar estos nuevos sistemas.