La Justicia exonera al Sergas de la muerte de una mujer con «Aspergillus» durante la apertura del Cunqueiro
VIGO
La mujer que dio positivo en el hongo falleció un día antes de la macromanifestación; sufría una enfermedad grave y no se considera probado que se contagiase dentro del hospital
17 jun 2022 . Actualizado a las 01:52 h.La muerte de una mujer de 65 años en la uci del Hospital Álvaro Cunqueiro el 2 de septiembre del 2015, en plena puesta en marcha del centro sanitario, quedará sin ninguna responsabilidad judicial. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha rechazado que el Servizo Galego de Saúde tenga que indemnizar a la familia de la señora, que dio positivo en Aspergillus, y que sufría una grave enfermedad. La Justicia no considera probado que se contagiase dentro del hospital ni que la muerte la provocase el hongo.
El comienzo de aquel mes de septiembre fue turbulento. Quedaba un año para unas elecciones autonómicas que Feijoo no tenía aseguradas. Toda la oposición presionaba a diario al PP con el hospital de Vigo, cuya apertura había comenzado en los últimos días de junio entre grandes quejas por la calidad de algunos servicios y, sobre todo, por el aparcamiento de pago. Para el día 3 estaba convocada una manifestación que acabó siendo mayor de lo esperado.
En ese contexto de gran presión, el 28 de agosto el Sergas paraliza el traslado porque los controles ambientales salen alterados en zonas críticas, como los quirófanos o la uci. Hay niveles de microorganismos anormales, pero la Xunta no quiere decir cuáles. Las operaciones empiezan a suspenderse. Las dudas sobre la seguridad crecen. El 2 de septiembre muere una mujer en la uci que ha dado positivo en Aspergillus, un hongo ubicuo pero especialmente asociado obras en hospitales. El PSOE reclama incluso la «evacuación inmediata» de los pacientes inmunodeprimidos. 24 horas después, una de las mayores manifestaciones de la historia de Vigo, con unas 100.000 personas, recorre el centro de la ciudad.
El TSXG confirma ahora una sentencia dictada por un juzgado local hace dos años. Este caso nunca ha ido a la vía penal, sino a la contencioso-administrativa, porque la familia reclamaba una indemnización. Los denunciantes aseguraron en el pleito que existía la certeza de que la mujer se había contagiado del Aspergillus en el Cunqueiro. La mujer había estado ingresada en planta del Hospital Xeral. Fue trasladada a la planta de digestivo del Cunqueiro el 27 de agosto.
Ese día por la tarde los controles ya salieron alterados y desde la mañana siguiente se suspendió el traslado de, entre otros, los hospitalizados en la uci. Pero se había habilitado una uci provisional, de unas diez camas, por si acaso alguno de los ingresados en planta empeoraba. Fue su caso. Al cabo de cuatro días la trasladaron a cuidados críticos.
Sí había «Aspergillus»
La familia alegó que el hospital estaba en obras y que el ambiente era «altamente insalubre y peligroso». La sentencia recoge que los análisis ya arrojaban «en un 75 % de los casos colonias de Aspergillus y de otro tipo de hongos». El Sergas se negó en aquellos días a reconocer públicamente que había Aspergillus, un hongo de infausto recuerdo en Vigo por las seis muertes que provocó en quirófanos del Meixoeiro en 1998
Pero aquí surgen dos cuestiones jurídicas. La primera es capital para el pleito. La reclamación se presentó fuera de plazo, que era de un año. Llegó a los tribunales en marzo del 2017. Los abogados de la familia exponen que el plazo no había vencido, ya que el sindicato CESM había llevado a la fiscalía el fallecimiento y el contencioso se presentó antes de que transcurriese un año desde el archivo por parte de la fiscalía (marzo del 2016). Pero el Tribunal Superior determina que la investigación del ministerio público no interrumpió el plazo.
En ese momento, el caso ya no existe. La sentencia del Tribunal Superior de Xustiza recuerda que ya no tiene que dirimir si la infección fúngica causó o no la muerte y si la señora la adquirió en el Cunqueiro.
Sin embargo, los jueces de la sala de lo contencioso del TSXG deciden reproducir un párrafo de la sentencia de primera instancia en la que sí se abordaba el fondo de la cuestión. Ese párrafo dice: «No tenemos prueba sólida de que [la mujer] fuese invadida por Aspergillus fumigatus, que menos la tenemos de que esa supuesta invasión hubiese sido la causa de su fallecimiento y, sobre todo, no se ha acreditado que su eventual presencia tenga un origen nosocomial», es decir, adquirida en el hospital.
Las claves: una grave dolencia de hígado y pocos días de incubación
En un primer momento, la familia de la mujer fallecida no solicitó que se hiciese una autopsia. Según explicaron a La Voz fuentes sanitarias aquellos días, la señora padecía una muy grave enfermedad de hígado. El momento de la muerte lo tenía todo: la presión social, la presión política y la paralización del traslado al Cunqueiro para evitar posibles infecciones de, entre otros, el Aspergillus. El entonces gerente, Félix Rubial, acusó a los partidos y sindicatos que cuestionaban que la mujer se hubiese infectado dentro del Cunqueiro de tener «interese en crear alarma na poboación».
El 3 de septiembre por la mañana, pocas horas antes de la manifestación, un grupo de jefes de servicio se reunió con el gerente y examinó el caso con todos los datos clínicos. De ahí concluyeron que «el fallecimiento de la paciente fue debido a la evolución natural de su enfermedad» y que «se descarta la sospecha de que la infección fuese adquirida en ese hospital». Era inaudito que los jefes de servicio hiciesen un comunicado. El caso tenía tres datos claves: la gravedad de la dolencia de la señora, que hubiese dado positivo en Aspergillus en el momento de ingresar en la uci (no pudo cogerlo dentro) y que la aspergilosis tiene un período de incubación de al menos siete días.