El presidente del Cangas ve con recelo la transformación de la Asobal, pero con el objetivo «de seguir siendo un club modélico a nivel estatal»
19 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La élite del balonmano español está ante un año de cambios. La Liga Asobal pasa a ser profesional y entidades como el Balonmán Cangas pasan de tener un presupuesto de 300.000 euros a otro de 702.000. Lo deben cubrir este primer año sin ningún tipo de ayuda a mayores, lo que causa recelo en la entidad de O Morrazo, la que tiene un presupuesto más bajo, y en la mayoría de los clubes humildes de la categoría. Por eso Albergo González, el presidente Cangas, sostiene que por el momento solo ve cosas negativas en el cambio y pide un período de ajuste para poder llevarlo a cabo sin poner en riesgo a los más humildes.
—¿Cómo ve el Cangas la profesionalización de la Asobal?
—De entrada, nos ha obligado a subir un 40 % el presupuesto, un aumento bastante considerable con respecto a la temporada anterior.
—¿Consideran que es positiva o negativa la profesionalización de la liga?
—En estos momentos, vemos más peros que puntos positivos en la profesionalización. Vamos a tener más gastos y los ingresos, para la próxima temporada, van a ser los mismos de la campaña anterior, con lo cual, por ahora, los perjuicios son todos y los beneficios, ninguno. Esperamos que en las próximas temporadas consigan patrocinadores y aumenten los repartos económicos con los clubes que participan en la liga, pero a día de hoy, con la liga profesional, tenemos más problemas que beneficios. Tenemos claro que seguimos seguir siendo un club modélico a nivel estatal, somos la envidia de muchos por tener un pabellón y una afición como la que tenemos.
—¿De quién parte la idea de profesionalizar el balonmano?
—Es una necesidad que parte de la toda la liga. Siempre nos habían prometido que los ingresos iban a ser superiores por los contratos de televisión y por patrocinios, pero por ahora no estamos viendo nada de eso. También significa la independencia de la liga con respecto a la Federación, con una relación que en los últimos años era bastante preocupante.
—¿Los clubes con menos recursos, como el Cangas, están en su sintonía?
—Todos estamos en la misma sintonía, pero tampoco podemos permitir que los grandes clubes de la liga se impongan a los pequeños. Todas las negociaciones tienen que ser consensuadas. Creo que hay que flexibilizar las obligaciones, sobre todo en los primeros años, para que la ente pueda ir adaptando su estructura y su forma de trabajar a una realidad distinta. No es lo mismo un club como el Cangas que uno como el Granollers, por no citar al Barcelona. Nosotros no dejamos de ser un club modesto, aunque vayamos avanzando a pasos agigantados hacia algo nuevo y mejor. Necesitamos ir paso a paso.
—¿Esencialmente, la profesionalización es un tema económico (sueldos, seguridad social, control económico...)?
—Sí, pero también cambia el sistema de publicidad por obligaciones derivadas del contrato de televisión. Igual que en la liga de fútbol, a tiro de cámara, la Asobal exige que sea de una forma unificada, lo que significa que perdamos la inversión que hicimos en las lonas, lo que era la publicidad tradicional. Es otro gasto que no estaba contemplado. En el control económico a final de temporada tenemos que hacer una auditoría, que es otro gasto. Los contratos tienen que ser también muy rigurosos.
—¿De dónde puede salir esos 300.000 euros que necesitan a mayores?
—Nosotros partimos con un déficit todas las temporadas con respecto a los 15 equipos restantes de la liga. Siempre estamos en la cola en materia económica y con una diferencia muy grande. Esperamos contar con la ayuda de las instituciones, que es fundamental. Ya nos reunimos con la Xunta y el Concello, y estamos pendientes de hacerlo con la Diputación. Nosotros tampoco paramos nunca de buscar patrocinadores y tenemos una persona encargada de los patrocinios desde el año pasado. Y luego están los socios. Este es un club de un pueblo y de los socios y en la última asamblea, que estuvo muy concurrida, los abonados entendieron la situación (de un incremento en las cuotas, que son las más bajas de todos). A día de hoy, tenemos un club saneado y sabemos de mucha gente que se quiere dar de alta (el curso pasado tenían 1.500 socios).
—¿El tema económico va a repercutir a la hora de confeccionar la plantilla?
—Para nada. Nosotros seguimos la misma línea de siempre. Nosotros marcamos nuestros límites salariales y no prometemos nada que no podamos cumplir, no nos volvemos locos y no vamos a pagar sueldos inasumibles para nosotros. El presupuesto en plantilla sube, pero no va a ser un salto desorbitado.