Un puente en la desembocadura del Miño, posible alternativa al ferri entre A Guarda y Caminha

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

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Oscar Vázquez

La Diputación lanza un estudio para mejorar la conexión

13 ago 2021 . Actualizado a las 16:06 h.

La Diputación de Pontevedra va a contratar un estudio para reforzar las conexiones transfronterizas entre A Guarda y Caminha y buscar alternativas al actual transbordador. Así lo anunció el diputado Uxío Benítez tras un encuentro con los alcaldes de los dos municipios, Antonio Lomba y Miguel Alves, respectivamente. «É precisa unha comunicación máis directa que desenvolva e modernice a mobilidade, tanto en volumen como en frecuencia. Iso faría que as sinerxias entre ambas vilas medrasen, con máis interacións económicas e unha maior integración dos seus núcleos urbanos, aumentando a oferta de servicios de todo tipo, tanto para residentes como para visitantes», señaló el representante provincial.

No se descarta ninguna posibilidad. Ni siquiera la de un paso elevado. La sombra del que sería el séptimo puente internacional sobre el Miño vuelve a emerger doce años después de que asociaciones del norte luso como Valimar impulsaran un estudio para analizar la viabilidad de una infraestructura que no tuvo buena acogida en la parte gallega por sus potenciales altos costes y posible impacto en el estuario. Entonces se planeó entre la parroquia lusa de Lahenlas hasta O Rosal, a menos de 8 kilómetros del que une Cerveira con Tomiño desde el 2004 y que promueve el paso peatonal y ciclista que ahora vertebrará el primer parque público transfronterizo entre los dos países.

La necesidad de borrar la frontera y unificar territorios para compartir servicios e infraestructuras marca la situación entre Caminha y A Guarda. Ahora nadie descarta la posibilidad de jubilar al Santa Rita de Cassia, que surca el Miño a duras penas desde 1995, si se consigue una alternativa con potencial.

«Eu non descarto ninguna hipótese e a da posible ponte é una máis», indicaba ayer el regidor de A Guarda, Antonio Lomba. El alcalde sabe que «o ferri ten os días contados pola dificultade de navegación e porque depende das mareas, polo que non ten continuidade». «É necesaria unha conexión real de transporte regular entre as dúas vilas e por iso precísase o aval dun estudio técnico que defina a viabilidade técnica e a económica antes de poder tomar decisións», señala.

Su homólogo luso se muestra precavido a espera del resultado de los estudios que se van a contratar. «Me parece prematuro pronunciarme. El estudio que va a realizar la Diputación de Pontevedra fue solicitado por los dos concellos hace más de un año y esperamos que pueda evidenciar indicadores suficientes para poder tomar una decisión», señala Miguel Alves. Se muestra realista y, como Antonio Lomba, recuerda que es una zona de especial sensibilidad que requiere un profundo y especializado análisis sobre el que fundamentar posibilidades reales y diseñar los presupuestos ajustados.

Lo que se puso de manifiesto en el encuentro de alcaldes y Diputación sobre la actual situación es la necesidad de una comunicación regular y directa entre ambos municipios debido a que el transbordador no cumple las expectativas.

 Peregrinos

El servicio del Cassia vuelve a estar interrumpido por problemas de atraque de la embarcación en la ribera gallega, según confirmó el Concello de Caminha. Según un estudio de la Diputación, el 10 % del total de los desplazamientos entre ambas villas se hacía en el transbordador hace una década. Actualmente, el volumen del pasaje se vio reducido por las dificultades en la navegación, las restricciones por la pandemia y la falta de personal durante la crisis sanitaria, «polo que se fai máis necesario aínda apostar pola conexión entre A Guarda e Caminha para superar a situación».

El incremento de los peregrinos que siguen el Camino Portugués por la Costa respalda también la necesidad de buscar fórmulas de conexión alternativas ya que la ruta es un potenciador económico, cultural y social en las dos riberas del Miño.