El derbi se va para Cangas

CANGAS

Ramón Leiro

El Teucro desaparece en la segunda parte y entrega los dos puntos a los de Magi Serra, que apuntalan su permanencia

21 abr 2018 . Actualizado a las 23:55 h.

El Cangas dio un paso de gigante para la salvación a costa del Teucro. Empezó más titubeante y acabó sesenta minutos después señorial, luciéndose ante una afición que fue más de la mitad de la entrada en el pabellón municipal de Pontevedra. Es cierto que la necesidad del Frigoríficos Morrazo era más acuciante que la de Quique Domínguez, que parecen tener la permanencia más amarrada, a pesar de los sustos que están viviendo en las últimas jornadas.

Los azules arrancaron ayer dominando el partido, pero con una renta que costaba que fuese de más de un gol. Salieron a morder. Peleones y defendiendo como si se agotase el tiempo ya en los primeros compases. Y es que los dos equipos sabían la necesidad de sumar. También lo sabía en la grada, que convirtieron el pabellón en una olla a presión en la que solo sobreviviría el más fuerte. Lo ajustado del marcador y el riesgo que había en la pista llevó a Quique Domínguez a pedir el primer tiempo muerto. Aprovechó para sentar a un Santana algo desubicado y poner a Lloria bajo palos. Su entrada marcó la diferencia y salvó los muebles al equipo en más de una ocasión, encadenando paradas cara a cara con la ametralladora de Potic o Muratovic. El Teucro aprovechó que el Cangas estaba con uno menos en la pista para marcar dos goles desde campo contrario y desequilibrar el partido. Magi Serra optó por el portero jugador y dos balones robados acaban de la misma forma, en una fórmula que los morracenses no volverían a utilizar (13-10). Fue la renta más amplia que los locales tendrían en la tarde ayer hasta que se fueron al descanso con un 15-13, que no daba pistas sobre lo que pasaría después. A la vuelta de vestuarios y con el público cada vez más metido, el partido dio un giro radical. Los azules desaparecieron de la pista para dar paso a un Cangas al que le empezaban a salir las cosas.

Despertar rentable

Tardó 48 segundos en empatar el partido y a los dos minutos Potic rompía el marcador e inauguraba una ventaja que se alargaría hasta el final. Dos minutos después hizo falta un tiempo muerto para inyectar algo de reacción en los locales, pero el partido se había instalado en un Cangas siempre por delante al que el Teucro intentaba empatar. Y es que desde el minuto 40 hasta el 55 solo lograron sumar un gol. La grada estaba en plena ebullición, la marea que trajo consigo el Frigoríficos veía como se empezaba a apuntalar su salvación. Y es que el partido estaba deshecho para los locales, que llegaron a ir hasta cuatro por debajo. Dos tiempos muertos en la recta final intentaron una reorganización por parte de ambos técnicos, pero tampoco surtió efecto. Carlos García, que marcó cinco penaltis intentó bloquear a Chapela sin éxito. Moyano demostró una vez más la veteranía bajo palos parándolo todo. Ni siquiera un contraataque de Óscar Silva pudo ser gol a dos minutos del final y levantar el resultado. Ya era tarde, ni Balázquez tuvo su día. Un gol sobre la bocina de Dani Hernández acortó la diferencia, pero el pabellón ya era una fiesta.

Los jugadores que sabían la importancia de estos dos puntos lo festejaron con su afición ante unos teucristas que intentaban encajar el golpe. Se fueron cabizbajos, mientras la fiesta visitante seguía en las gradas. Bajo el grito de Sí se puede, los jugadores volvieron del vestuario para entonar con los suyos la Rianxeira. La salvación la tienen cerca.