El plan definitivo para conocer el tesoro de Aldán

CANGAS

RUTAS MARÍTIMAS. De recoger mejillón a transportar pasajeros. Un ex bateeiro de Cangas ha remodelado su embarcación de pesca tradicional para adaptarla al turismo marinero en sus originales rutas por la ría

04 jul 2019 . Actualizado a las 14:44 h.

Los vecinos de Cangas tenían un secreto que, muy a su pesar, es cada vez más compartido. La ría de Aldán es la gran desconocida fuera de la península de O Morrazo y de ciudades vecinas como Vigo y Pontevedra. Aunque sus playas están cada verano más llenas, para muchos gallegos las aguas que los cangueses comparten con Bueu son un territorio todavía por explorar. Si este verano se animan, proponemos una alternativa para sumergirse en sus mares sin colas ni apuros para encontrar un hueco donde dejar el coche. Se llama: O que faltaba.

Un barco rehabilitado

La mejor alternativa a las cuatro ruedas tiene forma de balandro. Es decir, un antiguo barco auxiliar de bateas que se ha remodelado para acoger pasajeros. El mérito es de Fito Dacosta Piñeiro. Lo ha rehabilitado con sus propias manos. La embarcación, que estaba destinada al desguace desde hace un par de años, ha cobrado una nueva vida. «Es el barco que usábamos para ir a la batea y descargar el mejillón. Cuando las vendimos, intentamos hacer lo mismo con el balandro, pero daban muy poco por él», cuenta Fito.

Aldan.Fito Dacosta Piñeiro es el capitán de «O que faltaba», un antiguo barco bateeiro
Fito Dacosta Piñeiro es el capitán de «O que faltaba», un antiguo barco bateeiro XOAN CARLOS GIL

Sin cambiar la estructura de la nave, solo se ha retirado la grúa con la que se cargaba el mejillón, O que faltaba (el nombre del barco) vuelve a surcar el mar de Aldán. «Los vecinos que trabajan en otras bateas están contentos de verlo en activo y de que se ponga en valor el trabajo de los bateeiros», dice Fito. Tuvo que retocar la madera y reparar las partes oxidadas. El resultado es una cómoda embarcación que nada tiene que envidiar a un yate o a un velero. Es más, no puede ser más genuina. Aquí se sudó de verdad en la recogida del molusco criado en las bateas. En la borda, O que faltaba cuenta con asientos, espacio para colocar una mesa y relajarse a bordo. 

Es el barco que usábamos para ir a la batea y descargar el mejillón

Aldán desde otra perspectiva.Aldán desde otra perspectiva. Otra forma de conocer la ría es navegando. Los tripulantes pueden apreciar las líneas suaves de este rincón del litoral pontevedrés sin tener que pisar la arena
Aldán desde otra perspectiva. Otra forma de conocer la ría es navegando. Los tripulantes pueden apreciar las líneas suaves de este rincón del litoral pontevedrés sin tener que pisar la arena Mauro Caramuxo

Fito no quiso cambiarle el nombre con el que había sido bautizado y O que faltaba es también como se llama su propuesta de turismo marinero sostenible. «Es una embarcación de carpintería de ribeira. La construyó un único carpintero en Domaio (Moaña) en 1987. La encargó mi padre para atender la batea, donde trabajé muchos años», ensalza. Antes de la irrupción de los yates y veleros, los balandros y los botes de pesca artesanal más pequeños eran las únicas embarcaciones que recorrían esta ría. Surcar sus aguas a bordo de uno de estos barcos tradicionales es un plus. Otro es hacerlo con un capitán que conoce bien esta costa. Antes de apostar por el turismo, Fito era bateeiro. «Me gusta hablarle a la gente de nuestra cultura mariñeira. Explicarle cómo nos ganamos la vida con el mar. Por eso defiendo una forma de viajar sostenible, conectada con su entorno y sus gentes», sostiene. Para él era muy importante la aprobación del sector marinero. «Están orgullosos de que sea O que faltaba el que haga estos viajes», asiente. Rutas para grupos reducidos que respetan y disfrutan de la naturaleza y la biodiversidad marina.

Fondear delante de una cala. Si el tiempo acompaña, otra posibilidad es echarse al agua con el barco fondeado. El mar que baña las costas de Bueu y Cangas es turquesa cuando no hay mar de fondo
Fondear delante de una cala. Si el tiempo acompaña, otra posibilidad es echarse al agua con el barco fondeado. El mar que baña las costas de Bueu y Cangas es turquesa cuando no hay mar de fondo Mauro Caramuxo

Aguas de cinco estrellas

«Aldán es una ría muy limpia. Apenas hay industria aquí. Tiene unas aguas azules que siempre llaman la atención a quienes no las conocen», admite el capitán de O que faltaba. «Están reconocidas con la máxima categoría de calidad que reconoce el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar)», añade. Por algo, este rincón abrigado de la costa pontevedresa es el favorito de Amancio Ortega, donde se pasa los días de verano con su yate.

O que faltaba está atracado en el puerto de Aldán. El estuario con el que comparte nombre la parroquia de Cangas es una ría en miniatura si se compara con sus vecinas de las Rías Baixas. La delimitan en un extremo cabo Udra, en Bueu, y punta Couso, en Cangas, por el otro. Y, aunque realmente no es una ría porque no está generada por la erosión de ningún río (se trata de un entrante profundo en la costa de la ría de Pontevedra) concentra una veintena de playas de arena fina y blanca protegidas del viento y del oleaje. En su cara occidental están los arenales de la parroquia de O Hío (Cangas). Justo enfrente, los de Aldán (Cangas) y Beluso (Bueu), ya en la boca de la ría.

Es una embarcación de carpintería de ribeira. La construyó un único carpintero en Domaio en 1987

Excursión por las bateas.Excursión por las bateas. Es una de las actividades que se pueden realizar. Los viajeros conocen de la mano de este ex bateeiro cómo se trabaja y se cría el mejillón en estas plataformas
Excursión por las bateas. Es una de las actividades que se pueden realizar. Los viajeros conocen de la mano de este ex bateeiro cómo se trabaja y se cría el mejillón en estas plataformas Mauro Caramuxo

De las bateas a Ons

«Además de navegar por la ría, también podemos salir fuera y atracar en Ons. Hacemos excursiones para pasar allí parte del día», continúa Fito. Dispone de una carta de alternativas más o menos cerrada que pueden durar dos, cuatro u ocho horas. Una es la Ruta do Mexillón. «Empieza al mediodía, de 12.00 a 14.00 horas. Recorremos el litoral, hasta las afueras, para divisar Ons y Cíes. Volvemos a Aldán y amarramos el barco a una batea, donde explicamos el cultivo del mejillón. Levantamos unas cuerdas, para que los observen. Por último, ofrecemos una degustación del mejillón acompañado de bebida», detalla.

Siempre que no sean grupos muy masificados, Fito también ofrece planes personalizados. El pasajero puede disfrutar de una mariscada a bordo del barco o de una mañana de baños fondeando delante de una cala. Si le gusta el buceo, puede servir de transporte para grupos. Lo mismo con el esnórquel.

Degustación a bordo.Degustación a bordo. Para ser consicentes de la riqueza de las aguas de Aldán lo mejor es probar su marisco. Los mejillones son la estrella de la ría, famosa por sus bateas
Degustación a bordo. Para ser consicentes de la riqueza de las aguas de Aldán lo mejor es probar su marisco. Los mejillones son la estrella de la ría, famosa por sus bateas Mauro Caramuxo

«Lo importante es que la gente se lo pase bien. Que salga contenta, que nos conozca un poco más y aprecie lo que tenemos. Marisco, playas, naturaleza y fondos marinos muy ricos. Eso es lo que me hace más feliz», confiesa el capitán.

Las vistas, la brisa marítima que asegura un paseo en un barco y la experiencia y conocimiento de un marinero con años de profesión en la zona son los motivos para apostar por esta ruta en Aldán. Para más información, en Instagram lo encontráis por oquefaltaba_charter y en Facebook por O que faltaba

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