Carrascaliño, el buitre con GPS que pasa el verano en el monte de A Lama

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

FORNELOS DE MONTES

Santi M. Amil

La SEO Birdlife colabora en el seguimiento de esta ave, monitorizada en proyecto suizo portugués

27 dic 2019 . Actualizado a las 18:42 h.

La llegada de la temporada estival atrae a docenas de miles de turistas a las playas, mientras vacía el interior de Galicia. Y es en esta misma época cuando un creciente número de buitres empieza a hacer acto de presencia en los montes limítrofes de las provincias de Pontevedra y Ourense. En las sierras de O Suído y O Cando empezaron a verlos desde hace unos años y cada verano llegan antes y, por lo que parece, tardan más en volver a la Meseta. La mayoría son buitres leonados, mucho más comunes dentro de lo raro de su presencia en los cielos gallegos, pero al menos uno pertenece a otra especie, el buitre negro. Y precisamente uno de ellos, bautizado por un equipo científico luso como Carrascaliño, porta un collarín con GPS que permite seguir sus desplazamientos por Galicia y el norte de Portugal.

El GPS se lo colocaron a Carrascaliño hace un tiempo en el marco de un proyecto de estudio internacional. En este programa participan científicos de Suiza y Portugal y cuando este buitre negro decide entrar en España el seguimiento de sus vuelos lo realiza la SEO Birdlife, que informa puntualmente a la Consellería de Medio Ambiente. Gustavo Ferreiro, representante de la SEO en Galicia, lleva todo el verano siguiéndole la pista y los distintos posicionamientos revelan que a esta ave le gustan preferentemente los montes en el entorno de A Lama, Forcarei, Fornelos de Montes y Campo Lameiro. Aquí es donde se realizan la mayor parte de los registros de sus vuelos, pero Carrascaliño también le ha tomado gusto a eso de explorar nuevos horizontes. Sus rutas van mucho más allá de O Cando y O Suído, entrando al norte en la provincia de A Coruña o haciendo excursiones hasta la Serra do Xurés, en Ourense.

Rehúye el mar

Si hay una cosa que parece que Carrascaliño evita son las rías Gustavo Ferreiro explica que «a los buitres no les gusta el mar, huyen de él». Este ejemplar visitó la Costa da Morte a principios de agosto y hace dos semanas también estuvo en O Barbanza. ¿Por dónde llegó? Pues cual peregrino xacobeo, por Cesures y Padrón, aunque luego girase al oeste siempre siguiendo la estela de los montes. Tampoco le gusta la ciudad. No se le ha visto sobrevolando ninguna gran urbe gallega. Se ha acercado a Vilagarcía, por ejemplo, pero al rural, nunca al casco urbano.

Carrascaliño prefiere las cumbres de los montes poco habitadas, las sierras donde es más fácil encontrar alimento, lejos de la presencia de los hombres. ¿Viaja solo? A veces sí y a veces no. Es el único buitre dotado de GPS en Galicia, pero los vecinos del lugar de Xesta, en el concello de A Lama, lo han visto acompañado de por lo menos otro buitre negro y cerca de como unos veinte leonados.

Los buitres negros como Carrascaliño estuvieron en el catálogo de especies en peligro de extinción. Su población en la Península Ibérica ha mejorado en los últimos años y ahora se considera como vulnerable. Está por ver si en los próximos años la tendencia positiva se consolida y también si este ave, al amparo del cambio climático, se asienta en Galicia o sigue viniendo solo a pasar el verano.

Especie protegida

Sea como sea, Gustavo Ferreiro recuerda que se trata de un animal protegido. «Los buitres están protegidos y no se les puede molestar». El otoño está a la vuelta de la esquina y pronto Carrascaliño emprenderá el viaje al sur. Mientras tanto, seguirá volando por la provincia y esta vez no como pájaro de mal agüero sino como una rareza a preservar.