Panadería Maquía, de contratar al ERTE

Monica Torres
Mónica Torres O PORRIÑO

MOS

Cedida

«Decidir quién se tenía que ir y quién se podía quedar fue una de las elecciones más difíciles de mi vida», explica emocionada su propietaria, Montse Fernández

04 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«En una tarde, mi vida dio un vuelco de 180 grados. En cuestión de horas pasé de necesitar tres empleados más a que me sobraran diecisiete». Ocurrió el viernes 13 de marzo y la que habla es Montse Fernández, copropietaria con su marido Luis Miguel Iglesias del obrador A Maquía, con dos locales en O Porriño y otro en Mos. Esa tarde entrevistó a tres candidatos para trabajar como dependientes porque el negocio lo requería. «Al acabar y llegar a casa ya escuché que se iban a cerrar las cafeterías. Ha sido un gran impacto económico, pero más emocional porque somos una gran familia», afirma. Eran 48 trabajadores, pero de la noche a la mañana se confirmó la declaración del estado de alerta y no solo tuvo que solicitar un ERTE para 15 sino que no pudo renovar a otros dos empleados a los que les vencía el contrato. «Fue una de las elecciones más difíciles de mi vida: decidir quién se iba y quién se quedaba. Y aún así ellos fueron los primeros en decirme que lo entendían», recuerda emocionada, con la ilusión de volver a reunirlos a todos lo antes. También a sus clientes y, entre ellos, a dos que multaron por acudir a por pan: «Venían a diario, pero no se dieron cuenta de que usaban el coche teniendo otras panaderías más cerca». Trabaja con la incertidumbre global, «deseando que se restablezca la normalidad».

«Quiero volver a decirles cada día a mis clientes ‘hasta mañana’ y recordarles que las penas, con pan, son menos penas», afirma Montse.