Numerosos usuarios incumplen la normativa de estacionamiento limitado en el centro de la villa del Louro
15 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La zona azul de O Porriño no agiliza el aparcamiento. A los usuarios les resulta tan complicado encontrar una plaza libre en estos tramos como hacerlo en cualquier otra céntrica avenida de mucho tránsito sin este sistema de regulación. El motivo es que muchos los vehículos permanecen aparcados durante toda la mañana, excediendo el límite de tiempo autorizado por la normativa municipal. El Concello informa mediante señales verticales que lo máximo que se puede estacionar en la zona azul es de una hora y media de lunes a viernes entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde y de cuatro a nueve de la noche.
Pero burlar la normativa se ha convertido en algo habitual. Ayer al mediodía, por ejemplo, había diez vehículos mal estacionados solo en la calle Ramiráns, que aglutina numerosos comercios. Hay varias formas de ignorar las restricciones. La más sencilla consiste en no colocar el disco giratorio que indica la franja horaria y la de la salida. Hay usuarios que lo utilizan pero exceden con creces el tiempo indicado. Ayer al mediodía varios vehículos llevaban más de una hora con el tiempo agotado. Una vez cumplida la hora y media máxima, los conductores deben arrancar sus vehículos para dejar el espacio libre con el fin de que los puedan utilizar otros usuarios, y que así haya cierta movilidad que beneficie al comercio local. Pero una costumbre muy extendida, según se pudo comprobar ayer, es manipular la hora de llegada una vez cumplido el plazo de estacionamiento para poder quedarse más tiempo. En muchas ocasiones son los empresarios de los negocios de la zona los que actúan de esta forma teniendo sus coches aparcados durante toda la jornada. «Las plazas son para todos, supuestamente a las dos horas tenemos que cerrar la tienda e ir a buscar aparcamiento, no lo entiendo es la cosa más absurda», señala Charo González, que regenta una floristería. «Hace años controlaban pero ahora ya no tanto como antes, vienen de vez en cuando, pero para mí perfecto porque el día que no aparco bien lo hago en zona azul porque son bastante flexibles», señala una peluquera del centro de la villa.
Esta situación hace que muchos ciudadanos que llegan de fuera del centro urbano no encuentren plazas libres, obligándoles a utilizar el aparcamiento de pago de la Avenida de Galicia.
Los usuarios reclaman una mayor presencia policial para solucionar este problema aprovechando el cambio en la jefatura que ha puesto en marcha hace unos días la alcaldesa, Eva García de la Torre.