Confirman 3 años y medio de cárcel para un vecino de Ponteareas que montó ametralladoras en casa y tenía un arsenal de 44 armas de fuego
PONTEAREAS
Visionaba tutoriales para transformar pistolas en automáticas y dormía en su mesita de noche con el manual de un mini revólver. La Guardia Civil halló en un armero acorazado hasta 84 piezas, de las que 44 funcionaban y diez eran de guerra
16 oct 2025 . Actualizado a las 02:20 h.El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado tres años y medio de cárcel para un vecino de Ponteareas que compraba armas de fuego por internet y que tenía incluso dispositivos ametralladores adquiridos en un portal chino. En un domicilio, la Guardia Civil encontró 84 armas de fuego, de las cuales 44 estaban totalmente operativas. Visionaba vídeos y tutoriales para transformar una pistola en una ametralladora. Dormía en su mesita de noche con un manual de un mini revólver. La sala admite que 33 de esas armas las había recibido en herencia pero, en todo caso, se sigue considerando un depósito de armas guerra no autorizado.
El acusado apeló al TSXG porque consideró que las autoridades habían violado la privacidad e intimidad de su domicilio porque, según él, el auto judicial de 14 de mayo de 2019 carecía de los requisitos exigidos por la Constitución. Según indicaba, el juez había firmado el auto porque sospechaba que había recibido en su domicilio tres dispositivos, comprados en un portal chino de internet, pagados por medios electrónicos que exigen la identificación del comprador con apertura de cuenta, dirección postal y de correo electrónico y los recibió por mensajería en su domicilio. Según indicó esas armas sirven para modificar la cadencia de disparo de las pistolas de la marca Glock pero no son armas sino objetos de libre comercio en la medida en que no se encuentran en el catálogo reglamentario del Real Decreto 137/1993, de 29 de enero.
La Sala de lo Civil y Penal del TSXG, en una sentencia del 8 de octubre, no comparte ese argumento porque las piezas en cuestión solo sirven para convertir una pistola semiautomática en un aparato ametrallador porque posibilita el disparo en descarga continua. Por tanto, razona la sala, altera su naturaleza y la convierte en un arma prohibida, automática, de guerra. Dicho lo cual, ya no quedaría amparada ni por la guía ni, en lo que nos afecta, por el permiso de armas del acusado que legalizaban su tenencia en su configuración inicial.
El procesado, Pedro César R. M.-V., adquirió por Internet, entre el 6 y 26 de enero y 17 de febrero del 2019, tres dispositivos ametralladores (dispositivos que permitían a una pistola disparar en ráfaga) a través de su cuenta PayPal, los cuales fueron enviados a su domicilio en una parroquia de Ponteareas.
La Guardia Civil entró el 21 de mayo del 2019 en su finca y localizó un total de 84 armas de fuego (10 de guerra, 32 pistolas, 34 revólveres, tres escopetas de caza, dos fusiles, un mosquetón y un rifle). También disponía de munición y cargadores, en concreto 3.411 cartuchos metálicos de diferentes calibres, siete armazones de pistola y revólver, cinco correderas de pistola, tres tambores o cilindros de revólver, 52 cañones sueltos de pistola y revólver (de los cuales 32 están en perfecto estado de funcionamiento) y 47 cargadores (37 de pistola y 10 de subfusil).
De todas las armas de fuego requisadas, 44 estaban en aparente estado normal de funcionamiento y además eran poseídas ilegalmente, pues su propietario carecía de título que lo autorizase para la tenencia o posesión de esas armas.
La sección segunda de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, le condenó a tres años y medio de cárcel por un delito de posesión ilícita de armas y el tribunal le benefició con la atenuante simple de dilaciones indebidas, pena que ahora ratifica el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
La sala señala que hay pruebas «categóricas» contra él: pruebas de ADN sobre restos orgánicos hallados en una pistola guardada en el armero blindado, con análisis de instrumentos electrónicos: un móvil con conversaciones con otro hombre a quien se le han abierto otras diligencias tras los hallazgos en su domicilio y con vídeos sobre los dispositivos ametralladores para la pistola Glock, así como dos portátiles con fotos y rastros de búsquedas en páginas web relacionadas con este arma.
La Guardia Civil halló armas en un armero acorazado y carecía de un certificado cuya obtención requiere la comprobación de esa inutilización por parte de la intervención de armas, por no hablar del manual de utilización hallado en la mesilla de noche del acusado referido a un mini revólver encontrado, disimulado en un cinturón, en el salón de su casa.
El tribunal, por lo tanto, desestima el recurso de apelación presentado por la defensa del acusado, en el que alegó que se vulneró su derecho a un proceso con todas las garantías. La Sala indica que resulta «perfectamente lógico y coherente que, ante lo conjunto de prueba incriminatoria no desvirtuada, ni el tribunal de instancia ni este de apelación alberguen la más mínima duda que posibilite la aplicación del principio in dubio pro reo». La sentencia no es firme, ya que es recurrible ante el Tribunal Supremo.