La profesora que da clases por WhatsApp a niños sin ordenador

Monica Torres
mónica torres TOMIÑO / LA VOZ

TOMIÑO

cedida

Jessica Rodríguez pone y resuelve actividades a diario a través del teléfono móvil en Tomiño

03 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia ha implantado las aulas virtuales en las casas de España con estudiantes. Pero no todos tienen las mismas posibilidades de seguir el curso, especialmente los de zonas rurales en las que conectarse con el profesorado no siempre es posible. «Yo no podía crear un aula virtual porque la mitad de mis alumnos no tiene ordenador y muchos tienen una conexión deficiente», explica Jessica Rodríguez Piñeiro. Esta maestra del CEP Plurilingüe Pedro Caselles Beltrán de Tomiño ha conseguido equilibrar esta brecha digital a través de WhatsApp. Un día máis é un día menos es el encabezamiento de cada ficha o reto que la profesora lanza a sus alumnos de cuarto de primaria todos los días a la misma hora a la que deberían estar entrando en clase. A las 9.40, todos reciben mediante este servicio de mensajería la tarea del día y disponen del mismo tiempo que en el colegio para realizarla. Es decir, hasta las 14.40 horas.

La adaptación de Jessica Rodríguez pretende desarrollar los mismos hábitos y conocimientos del currículo partiendo de la realidad inmediata de los niños que, ahora, se limita a sus casas. «Debemos priorizar el humanismo y el aprendizaje significativo y competencial para que lo que hagan sea aplicable a su día a día», defiende la maestra, creadora del portal Cabezas de allo, que también cuenta con su propio canal en Youtube, Instagram y Facebook.

Pese a que la conexión directa es por WhatsApp, la interacción es total ya que la profesora se encarga también de compartir después las tareas a través del portal, llegando a crear también cadenas de actividades. Ayer hubo clase de Ciencias, aunque se tocan todos los palos en cada actividad. La maestra difundió a través del grupo un experimento que, tras sorprender a los pequeños, todos quisieron y consiguieron editar en sus casas. En este caso se trató del huevo mágico. Una actividad en la que aprendieron a introducir un huevo cocido en un botella salvando la parte más estrecha con un papel encendido. Hoy, como cada viernes, toca Quiero escuchar tu voz, así que varios alumnos tendrán que grabar una adivinanza o juego que luego intentarán resolver los demás. El abanico de propuestas incluye desde una gymkana para buscar cosas por casa o palabras que empiecen por una letra determinada a inventos o descripciones literarias de su entorno a las que otros compañeros darán forma después sobre el papel pintado. «Los niños también están viviendo una situación muy difícil y tenemos que adaptarnos», defiende.