La cruz de Santa Marta de Ribarteme «desaparecida» está en el museo de Tui

María Jesús Fuente Decimavilla
m. j. fuente AS NEVES / LA VOZ

TUI

GUSTAVO RIVAS

Los feligreses piden que la pieza donada por un particular regrese a la parroquia

30 sep 2020 . Actualizado a las 01:38 h.

Desde el pasado verano vecinos de Santa Marta de Ribarteme venían denunciando la desaparición de la Gran Cruz de la santa, donada en su día por una familia a la parroquia. El misterio se ha esclarecido ahora a través del consejo parroquial. En un escrito público explica que «la Gran Cruz, las reliquias de los beatos y Santa Marta se encuentran desde el pasado 24 de agosto a garantía de una mayor seguridad custodiadas en el Museo Diocesano, anexo a la catedral de Tui». Aclara que la parroquia podrá disponer de ella y de las reliquias siempre que lo desee.

El traslado no ha gustado a los vecinos ni a los herederos de la familia que la donó. «La cruz se trajo de Brasil y tiene un gran valor. Fue donada por los Duranes en 1907 y mi padre es el heredero. Siempre estuvo en Santa Marta y no sé por qué se sacó de ahí. A mi padre le dijeron primero que la iban a arreglar porque le faltaba una campanilla y que costaría 3.000 euros. No lo entiendo, porque ya se había arreglado no hace mucho tiempo», comenta indignada Marisol Ferreira, hija del heredero. Recuerda que una de las condiciones de la donación es que siempre que fallezca alguien de la familia de los Duranes, la cruz debe acompañarle.

Tampoco entiende que se haya sacado el oro de la parroquia. «El antiguo párroco había puesto una caja fuerte para su seguridad», indica.

De nuevo, a través de otra nota, el mismo consejo parroquial desvela el paradero del patrimonio en oro de Santa Marta. En este caso, dice, se encuentra en una caja fuerte parroquial de la diócesis. Aclara que «este oro ha sido individualmente inventariado, numerado, fotografiado y valorizado a las cotizaciones actuales», aunque no concreta su valor. Como en el caso anterior, lo pone a disposición de todas las ceremonias que lo requieran en la parroquia.

Los vecinos no tiran la toalla y seguirán reivindicando lo que consideran que es de la parroquia en uno y otro caso.

De momento han tenido más suerte con otra de sus reivindicaciones, la restitución de la imagen de Santa Marta al altar mayor de la iglesia. Su traslado a un lateral del templo para ser sustituida por San José, el patrón de la parroquia, fue uno de los motivos de las protestas del 29 de julio, con motivo de la celebración de la famosa romería de los ataúdes, que este año no pudo salir por la pandemia.

«La santa llevaba desde 1939 en el altar mayor y no sabemos a cuento de qué venía cambiarla a estas alturas con la devoción que hay», comenta una de las vecinas disgustadas con los cambios.

La pasada semana tuvieron una reunión con el obispo, en el que monseñor Luis Quinteiro Fiuza cerró filas en torno al párroco ante las críticas vecinales avaladas por más de un centenar de firmas.

Los cambios en la parroquia han dado lugar a una serie de protestas pacíficas que se hicieron más evidentes durante la celebración de Santa Marta, cuando se impidió la entrada en el templo a algunos vecinos. Lo que más les molesta es que todo se haya hecho a sus espaldas y que se hayan tenido que enterar cuando la situación era evidente.

Hoy tienen intención de acudir al Museo Diocesano de Tui para verificar la ubicación de la Gran Cruz y comprobar el estado en el que se encuentra.