El «scalextric», una puñalada al centro de la ciudad

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ANGEL LLANOS

La amnistía laboral permite que despedidos en el año 1972 por las protestas sindicales puedan recuperar sus trabajos

09 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Su construcción unió a todos los vecinos del centro de la ciudad. El «scalextric» fue una deplorable solución de acceso a Vigo por la autopista. Los vecinos de Lepanto imaginaban la vida como si fuesen los protagonistas de Blade Runner, con automóviles sobrevolando a la altura de sus pisos en una calle muy estrecha. Ángel Llanos plasmó para La Voz en instantáneas como esta las miserias de esta obra que en teoría iba a ser un progreso. Quienes sí la aprovecharon durante tiempo fueron los usuarios de la movida noche viguesa, que por entonces calentaba motores.

Amnistía laboral.

En 1978 se comienza a aplicar la amnistía laboral aprobada a finales del año anterior. Gracias a ella se reincorporaron a sus empresas trabajadores despedidos en protestas sindicales. Citroën tuvo que pagar más de catorce millones de pesetas en concepto de indemnizaciones a seis trabajadores despedidos en 1972. Otros seis trabajadores de Álvarez también se beneficiaron de la decisión gubernativa a pesar de que habían sido despedidos en febrero de 1963.

 Huelgas.

Ascón. Astilleros y Contratas vivió una huelga de más de doscientos días. La Magistratura de Trabajo obligó, sin lograrlo, a la dirección Ascón a readmitir a 300 trabajadores. Las batallas campales en las calles de Vigo eran diarias. Teis, cuando caía la noche, era una gran hoguera de basura provocada por los trabajadores.

 Violencia.

Común y terrorista. El Grapo atentó en varias ocasiones contra policías y guardias civiles dentro de una campaña generalizada de terror. Comenzó a salir en la prensa el nombre de la Liga Armada Galega, pero no se sabía muy bien que era. Por otro lado, los atracos protagonizados por delincuentes comunes se multiplicaron aquel año.

 Política.

Dimite Picher. En agosto presentaba su dimisión Joaquín García Picher, el último alcalde del franquismo. Se había convocado las primeras elecciones municipales para principios del años siguiente. Mientras tanto, Emma González Bermello se hacía cargo de la alcaldía. Dos años antes ya se había convertido en la primera alcaldesa de la ciudad.

 Infraestructuras.

Peinador. A finales de agosto, la pista de Peinador alcanza los 2.200 metros de longitud que le permitiría acoger a grandes aviones. Sin embargo, no puede ofrecer las máximas garantías para el aterrizaje debido a la ausencia del sistema ILS de ayuda. Hasta entonces aún aterrizaban en Vigo los vetustos Fokker turbohélices.