Manuel Pedrosa: «Grabar animales no llega, hay que saber contar lo que ves»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

El biólogo vigués es uno de los profesores de la escuela de artes visuales 35.ESAV, que celebra unas jornadas de puertas abiertas

19 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un grupo de profesionales de la fotografía y del cine ha decidido poner en marcha una cooperativa en el campo de la educación y Vigo es la ciudad elegida para levantar el centro, bautizado como 35.ESAV que hoy y mañana celebra sendas jornadas de puertas abiertas a partir de las 20.00 horas. Se trata de la primera escuela superior de artes visuales con estudios de posgrado en Galicia (estudios profesionales con titulación propia) y pretende convertirse en un punto de referencia que atraiga a alumnos y profesionales nacionales e internacionales. Para arrancar, el programa de este año ofrece un ciclo formativo de fotografía y cuatro másteres de un año académico de duración. El biólogo y realizador y productor audiovisual vigués Manuel Pedrosa dirige el de Fotografía y Documental de Naturaleza, un proyecto docente singular que, además de la teoría, incluye la inmersión práctica al desplazar a los alumnos a cinco espacios naturales protegidos, acompañados de expertos.

-¿Cómo se metió en este lío?

-Conozco a varios de los profesionales que estaban desde el principio luchando por sacar adelante este proyecto, me plantearon formar parte de él y me apeteció mucho, es algo ilusionante ya que se trata de dar formación en el tema que más me apasiona. Ellos llevaban más de un año proyectándolo. Yo me sumé más tarde y lo que hice fue reorientar el programa, que estaba más encaminado a la fotografía documental y científica, hacia mi terreno, el documental.

-Lo que sí hay es un repunte en este campo. Cada vez hay más canales temáticos.

-Hay un aparente incremento del interés por el documental de naturaleza, es difícil saber si son los programadores que lo generan o la sociedad que lo demanda. Lo cierto es que así es y que hay una inversión en este sector apreciable respecto a otros países. Hay ejemplos muy buenos, como el programa que Andoni Canela acaba de estrenar en Cuatro, continuación de su recorrido buscando fauna por los cinco continentes. Cuanto más alejados estamos del medio natural en las ciudades, más lo buscamos aunque sea de este modo.

-¿Eso también lo tienen en cuenta?

-Sí, y es una de las partes más novedosas del programa. Combinamos la formación académica con el trabajo de campo. Al diseñar el plan de estudios me preocupaba que el aprendizaje teórico se pudiese aplicar en la práctica, en las 600 horas del máster hay 250 horas de salidas. Aprovechando la proximidad de varios parques naturales y nacionales (Illas Atlánticas, Xurés, Serra da Enciña da Lastra Peneda-Gêres...), haremos desplazamientos a estos espacios, para aplicar lo aprendido pero intentar hacer algo con contenido. Grabar animales no llega. Lo que quiero es que aprendan a contar lo que ven. Hay tres proyectos concretos previstos, uno sobre la pesca, otro sobre el caballo gallego de monte y otro de divulgación sobre la biodiversidad con entrevistas a varios expertos.

-¿Y nociones de supervivencia?

-También. Depende de la especie que estés grabando hay que camuflarse, dormir en el monte, pasar horas escondido esperando a que aparezca un lobo... Ahora estoy con un trabajo en el macizo central ourensano sobre los últimos pastores que quedan y, efectivamente, podemos eternizarnos esperando a grabar los cachorros de una camada de lobo, pero también hay una parte etnográfica, que es hablar y convivir con los pastores. No solo quedarse en la técnica.

-Pero también es importante

-Sí, pero por suerte vivimos en una época en la que el acceso a la tecnología nos permite hacer cosas muy buenas sin necesidad de inversiones gigantescas.

-¿Cuándo comenzó su interés por el lobo?

-He tenido mucho contacto con la especie a lo largo de mi carrera. Al principio, por la provincia de Pontevedra, en la Serra do Suído. Estos últimos años he estado centrado en este proyecto que llevamos a cabo en el monte ourensano. Un compañero mío, Pedro Alonso, lleva también años haciendo un seguimiento a varios grupos familiares que hay por la zona. Estudiamos cómo va cambiando la predación sobre el ganado y otros muchos aspectos. Hay mucha desinformación e interpretación errónea de datos.

Dónde. Escuela 35 ESAV (c/ Condesa Bárcena, 11).

Cuándo. De lunes a jueves de 9.00h a 14.30 horas, del 9 de octubre de 2017 al 20 de junio del 2018.

«En mi caso la base es la biología y el interés por la naturaleza. Luego llegó el audiovisual»

Xisela Franco, Jorge Lens, Rubén de Torres, Eutropio Rodríguez, Javier Fernández Pérez de Lis, Juan Carlos Regueiro y Quique Touriño son los socios fundadores de la escuela 35. ESAV, que tiene su sede en la calle Condesa Casa Bárcena, 11. Comenzaron en junio con un taller intensivo y de plazas reducidas con la fotógrafa Cristina de Middel, cuya llegada a Galicia coincidió con su nominación para formar parte de la agencia Magnum. Pedrosa, el director del máster de Fotografía y Documental de Naturaleza, participa actualmente en la asistencia técnica de la Xunta de Galicia para el estudio de la eficacia de distintos métodos de prevención de daños ocasionados por el lobo y en el asesoramiento en el seguimiento del plan de gestión de la especie en Galicia.

-Seguro que cuando usted empezó no había nada ni parecido, ¿no?

-Pues no. En mi caso, la base es la biología y el interés por la naturaleza y luego llegó el audiovisual. Lo compagino todo, ya que además de hacer documentales trabajo con empresas de estudios ambientales. La formación para llegar hasta aquí fue a base de años y años sumando competencias. Cursos como este son un ahorro de tiempo muy considerable. Es, además, una faceta de la realización muy específica. No solo te tiene que compensar a nivel práctico y económico, que también, pero si en la balanza solo pones el dinero, mucha gente se desespera a la primera. Lo esencial es ponerle pasión.

-¿Cuál es el perfil de los alumnos?

-Lo más importante es el interés que tengan por el tema y que ya tengan una base fotográfica para poder avanzar en técnica más complejas.