«El rap necesita una visión más femenina»

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El freestyle Arkano será mañana una de las estrellas en la «batalla de gallos» de O Mariquiño

10 ago 2017 . Actualizado a las 19:28 h.

Guillermo Rodríguez es Arkano cuando sube a un escenario para rimar frente a un contrincante, una modalidad del rap denominada batalla de gallos. No solo fue campeón del mundo de freestyle sino que ostenta el récord Guinnes de improvisación al superar las veinticuatro horas. Mañana será una de las estrellas de O Marisquiño.

-¿Conocía O Marisquiño?

-He oído hablar muy bien de él, de hecho he retrasado mi marcha hasta el lunes para conocerlo.

-¿Cómo se prepara para una «batalla de gallos»?

-La preparación es sobre todo emocional porque el factor principal para improvisar es estar feliz, alejar cualquier bloqueo de la cabeza. El mayor enemigo de la improvisación es uno mismo, por eso intento alejar cualquier situación negativa o tóxica y llegar a la batalla feliz.

-¿Tiene un don para la improvisación o desarrolla una técnica?

-La palabra don me queda grande. Hay mucho trabajo detrás, hay que rimar muchísimo y también tener cierta agilidad para conectar ideas.

-¿En ese entrenamiento tiene presente a sus rivales?

-Lo tengo presente solo si supone un estímulo.

-¿La tensión entre los participantes se queda en el escenario?

-Sí, queda en el escenario porque es como salir a interpretar una obra de teatro. Salimos a interpretar que el otro es tu antagonista, pero cuando se acaba la batalla nos damos un abrazo. Mis mejores amigos los he conocido haciendo batallas contra ellos.

-¿Conoce la figura de los regueifeiros gallegos?

-No los conozco, pero sí ocurre en muchas regiones, como es el caso de los bertsolaris vascos o los talladores argentinos. Aprovecharé este viaje para interesarme porque de ahí salimos nosotros.

-¿Le gusta la poesía?

-La palabra siempre ha estado a mi lado por una cosa o por otra. Cuando era pequeño y me acompañaba mi padre al colegio, me proponía un juego de rimas. Después, aun cuando era pequeño descubrí el rap y ya he estado siempre rodeado de rimas.

-¿Siempre son iguales las bases sobre las que riman?

-No, en las competiciones desconocemos los instrumentales, que dependen del gusto del dj.

-¿Cuál es el motivo de este buen momento del freestyle?

-El principal es que el formato batalla que genera esa confrontación es muy atractivo. Además, el rap como género conecta muy bien porque es muy libre, no como el pop que tiene unos temas muy limitados e incluso un lenguaje muy limitado. El rap puede hablar de cualquier cosa, con un lenguaje muy directo y de la calle. Aunque también es cierto que puede asumir un lenguaje más rebuscado y complejo. Toda esa riqueza y sus escasos límites es un factor importante para que haya podido conectar con todo el mundo.

-Sin embargo, usted muestra inquietud por ir más allá en el lenguaje.

-Eso intento. En las batallas, sobre todo, somos varios los que estamos intentando que el rap evoluciones desde el punto de vista del lenguaje, en la técnica y desde el punto de vista social. Al principio era muy común en las batallas utilizar insultos homófobos y emplear términos despectivos hacia el colectivo gay, pero ahora estamos luchando para que eso no pase, para superar el machismo dentro del rap.

-En ese aspecto son una referencia para muchos jóvenes.

-No queremos adoctrinar; lanzar un discurso y que los chavales lo absorban. Somos unos cuantos quienes tratamos de generar una capacidad crítica que les haga reflexionar sobre lo que les parece el discurso que les proponemos.

-¿Por qué hay tan pocas mujeres en este ámbito de la creación?

-Porque lamentablemente todavía predomina el machismo dentro del rap y eso aleja a las mujeres. Hace poco lancé una iniciativa para visibilizar a las mujeres dentro del rap y, aparte de pedirles que me enviarán su material, pedía que me contaran sus historias. Muchas de estas historias hablaban de que les daba vergüenza entrar en ruedas de rapeo porque sus compañeros se reían de ellas. El rap necesita una visión más femenina.