EE.UU. incluye la paliza a un cura de Vigo en su informe sobre los ataques a la libertad religiosa

e. v. pita / M. Gago VIGO / LA VOZ

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El Departamento de Estado vincula el robo al párroco de Santa Rita a otros casos de odio anticlerical

17 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sorprendentemente, algo que parecía el ataque de unos ladrones a un cura de Vigo por motivos económicos ha despertado el interés del Gobierno de Estados Unidos. El Departamento de Estado norteamericano, equivalente al Ministerio de Exteriores, ha incluido la agresión y robo al párroco de Santa Rita, Antonio Rodríguez Suárez, de 83 años, en su informe International Religious Freedom Report (Informe Internacional sobre la Libertad Religiosa) del 2016. Considera que el caso vigués fue un crimen de odio religioso por la condición de católico y clérigo de la víctima. Equipara la paliza a manos de dos ladrones a otras dos agresiones en España a sacerdotes en Madrid y Cartagena.

El buró de Derechos Humanos, Democracia y Trabajo del Gobierno de Washington hace mención a 191 incidentes en España en el 2016, aunque solo 61 están clasificados como crímenes contra la libertad religiosa, con un ligero aumento respecto al 2015. Se basa en los datos recabados por el Observatorio para la Libertad y la Conciencia Religiosas (OLCR), que curiosamente no cita el caso de Santa Rita aunque sí menciona actos de vandalismo o robos en iglesias de As Pontes y Ribeira, y critica a una comparsa satírica que paseó al loro Ravachol en Pontevedra cantando El Novio de la Muerte.

El informe de Estados Unidos descarta todos los casos gallegos mencionados por OLRC, pero añade el de Vigo. «El 8 de octubre, varias personas atacaron y robaron a un sacerdote católico en una iglesia en Vigo. Mientras seguía hospitalizado en estado crítico, el sacerdote fue capaz de identificar a sus atacantes en fotos. La policía arrestó y acusó a dos jóvenes brasileños del crimen. Los dos sospechosos seguían bajo custodia al final del año», señala.

La agresión en Santa Rita es mencionada junto a otros dos ataques a religiosos católicos. El 2 de agosto, un hombre de aspecto magrebí atacó a un sacerdote en un café de Cartagena después de advertirle: «Ten miedo de mí, soy un árabe». El sospechoso intentó agarrar el crucifijo del sacerdote colgado en su cuello antes de insultarlo y amenazar con matarlo. La víctima relató a un periódico local que creía que el ataque era ideológico y motivado por una «cristianofobia».

El 1 de diciembre, otro individuo atacó a un sacerdote católico cuando celebraba misa en una iglesia de Madrid. El agresor tiró al religioso al suelo, le dio patadas e insultó, y arrojó objetos litúrgicos del altar. Fue arrestado.

EE.UU. señala que la mayoría de los incidentes en España en el 2016 fueron contra cristianos. La embajada y funcionarios del consulado se reunieron regularmente con el Ministerio de Justicia, la Oficina de Asuntos Religiosos y la Fundación de Pluralismo y Coexistencia para discutir el sentimiento antisemita (citan una viñeta de El Jueves), antimusulmán y anticlerical y el fracaso de algunos gobiernos regionales. Buscan una mayor igualdad de trato de los grupos religiosos y se preocupan por la discriminación social contra las minorías confesionales. EE.UU. también menciona la iniciativa de un observatorio privado gallego y de ocho alcaldes para reducir la discriminación a musulmanes.

Los sospechosos de dejar en coma al sacerdote irán a juicio en septiembre

Los dos sospechosos del violento robo al cura de Santa Rita tenían planeado todo. La víspera del atraco, un implicado fue a pedirle cambio de monedas al sacerdote para saber dónde guardaba el dinero en la sacristía. Al día siguiente, otro entró a pedirle confesión con el fin de distraerlo. Al terminar, pasó el segundo implicado y luego lo tiraron al suelo y le dieron patadas en la cabeza. Fueron directos al escondite del dinero y escaparon con el botín en taxi. Tras la agresión, el cura Antonio Rodríguez, denunció el robo, describió a los autores y, al día siguiente, volvió a dar misa. Al salir, se sintió mal y fue hospitalizado. Pasó 18 días en coma inducido en la uci. Ahora, descansa en una residencia para religiosos jubilados en Teis. El taxista reconoció a los dos sospechosos y la policía detuvo en noviembre a dos jóvenes brasileños. Se enfrentan a 15 años de cárcel y el juicio se celebrará el 19 de septiembre en la Audiencia en Vigo.