La jueza procesará al millonario luso por el intento de asesinato de su mujer

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

El juzgado de malos tratos concluye la investigación de lo ocurrido en el hotel vigués

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de violencia sobre la mujer de Vigo ha cerrado la investigación sobre el supuesto intento de asesinato de una joven modelo rumana a manos de su esposo, un millonario portugués, en una habitación del hotel NH en la ciudad en mayo del 2014. Según la acusación, el marido, Carlos I. Pinto, de 55 años, golpeó la cabeza de la víctima con una maza de cantero cuando ella se aplicaba gel desnuda en el baño. La denunciante forcejeó por su vida y huyó a los pasillos mientras que el presunto agresor se desplomaba en el suelo a causa de sus problemas cardíacos.

La jueza sustituta se dispone ya a terminar de redactar el auto de procesamiento de Pinto por intento de asesinato hacia su esposa. La magistrada citará en espacio de uno o dos meses, previsiblemente en octubre, al sospechoso, que está ingresado en prisión provisional en A Lama a la espera de juicio.

El millonario será trasladado desde la penitenciaría para comparecer en el juzgado y escuchar los cargos contra él. Se trata de un trámite conocido como declaraciones indagatorias, en las que el sospechoso es informado de las acusaciones contra él, las partes le hacen preguntas relacionadas con el caso y se le da la oportunidad de defenderse o aportar pruebas. Puede negarse a declarar o hacerlo por escrito.

Tras este trámite, el implicado podrá ser sometido a juicio, o incluso lograr que la jueza archive el caso al no hallar pruebas. Y siempre cabe la posibilidad de que el fiscal decida continuar con la investigación.

En la declaración de indagatorias, prevista para octubre, el millonario comparecerá por primera vez en el juzgado, ya que la vez que fue detenido fue trasladado a un hospital de Vigo a causa de sus problemas coronarios, donde permaneció más de una semana.

El posterior juicio se prevé que va a ser muy reñido porque, desde prisión, el implicado culpa a su joven esposa de preparar un montaje contra él. Asegura que ella lo atacó por sorpresa en la habitación, gritó y lo culpó a él. Una de las claves era saber quién compró la maza y dónde pero no ha podido determinarse. La única que pudo dar una pista es una testigo sorpresa que apareció medio año después del incidente y que aseguró que, en la víspera del suceso, vio a la esposa en los aseos de una cafetería de Samil sacar una maza de cantero de su bolso. La acusación particular no le otorga la menor credibilidad a dicho relato porque la testigo, al describir a la esposa, se equivocó en detalles de su vestimenta, que aparece en las fotos que la pareja se sacó ese día en Vigo.

La víctima ya ha pasado dos veces por el juzgado para prestar declaración y en ambos casos se ha ratificado en su denuncia. Se muestra decepcionada porque consideraba que su matrimonio era feliz en su chalé en una urbanización de lujo próxima a Oporto aunque ignoraba que su marido estaba prácticamente arruinado a causa de sus problemas legales con la Hacienda lusa y que acababa de ser condenado por infracciones fiscales. La defensa sospecha que ella conocía la situación real de su esposo y decidió vengarse por motivos económicos.

Pinto, que insiste en su inocencia desde la cárcel, presumía en Facebook de su alto nivel de vida, desde hacer surf en las playas de moda de Oporto hasta posar ante coches deportivos de alta gama. Llevaban casados siete años.