La viguesa condenada a cuatro años por agredir a su expareja: «Si entro en A Lama, no salgo de allí»

La Voz REDACCIÓN

VIGO CIUDAD

Óscar Vázquez

Noemí Otero acudió anoche a un plató de Telecinco, pocos días después de formalizar la petición de indulto

17 sep 2017 . Actualizado a las 14:08 h.

Noemí Otero, la viguesa víctima de malos tratos condenada a cuatro años y tres meses de prisión por agredir hace una década con una navaja a su expareja, tiene claro que la única forma de evitar su inminente ingreso en la prisión de A Lama es lograr un indulto, una solución sobre la que aún no tiene respuesta. «Estamos esperando que se responda a un escrito de súplica para que se pare el plazo del ingreso en prisión mientras no se resuelve el indulto», aclaró anoche la propia afectada en el plató de Sálvame Deluxe, en una entrevista conducida por Alfredo Urdaci, ahora colaborador del programa, y por Jorge Javier Vázquez. 

Noemí Otero, que como se dejó constancia en antena está arropada por la Rede de Mulleres contra os Malos Tratos de Vigo y por muchos vecinos, inició desde el mismo momento en que recibió la sentencia de su ingreso en prisión una campaña en Change.org para reclamar su indulto, una petición formalizada este mismo mes ante la Xunta y sobre la que anoche se habló en el plató de Telecinco. 

Tanto la abogada de la viguesa, Sonia Gulías, como la propia afectada relataron en antena las consecuencias que podría tener para ella su ingreso en A Lama, la misma cárcel donde está interno su exnovio. «A través de dos toxicómanos me envió el mensaje de que me estaba esperando», subrayó la viguesa, muy afectada por momentos. «Estoy segura de que si entro en prisión, no salgo de allí», añadió también en el plató. 

La viguesa, de 39 años, volvió a reconocer los hechos ocurridos hace una década aunque aclaró que la agresión se produjo en defensa propia. «Quería lograr que me soltara, fue un instinto de supervivencia», destacó. También recordó cómo durante 15 años sufrió malos tratos por su parte de su exnovio -«al principio me pegaba solo de vez en cuando y en casa pero luego ya lo hacía en público»-, unas agresiones que, según recordó, le llegaron a producir tres abortos. 

 En los últimos años Noemí Otero rehizo su vida. Superó la depresión que le hizo quedarse sin la custodia de su hija y encontró la estabilidad laboral como operadora telefónica de una multinacional. Pero la orden de entrada en prisión la ha hecho recaer y vuelve a estar en tratamiento psiquiátrico. La sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra es firme y le impone tres años y seis meses de prisión por un delito de lesiones con instrumento peligroso y alevosía con el agravante de parentesco, además de otros nueve meses por incumplir la orden de alejamiento impuesta tras la pelea.

El episodio que cambió su vida ocurrió hace diez años. «Mi pareja me tiró al suelo y no me quedé quieta, lo primero que cogí fue una navaja», recuerda Otero. Con el arma (de cinco centímetros, según el fallo judicial) le asestó siete cuchilladas en el tórax, brazo y cuello».

Una década después, y con un retraso «sin justificación», según recoge la sentencia, se celebró un juicio que llevará a Noemí Otero a prisión, salvo que se le reconozca un indulto.