El fuego de López Neira obliga a blindar la seguridad de los edificios en seis días

Javier Romero Doniz
J. ROMERO VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

El Concello insta a colocar zapatas de hormigón y estructuras metálicas en una fachada

21 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El incendio que afectó el domingo a los inmuebles ubicados en los números 38 y 40 de la calle López Neira por causas que todavía no han sido esclarecidas ha provocado una situación de inseguridad que obligará a los titulares de los edificios a adoptar medidas urgentes de seguridad. El departamento municipal de Urbanismo movió ficha para instar a los propietarios a actuar en un plazo de seis días.

La Gerencia Municipal de Urbanismo aprobó ayer las resoluciones para intar a los dueños a garantizar la seguridad de los vecinos que viven o transitan por esta céntrica zona. El alcalde Abel Caballero explicó que dichas edificaciones ya estaban en situación de ruina, un escenario que empeoró a causa del incendio, por lo que los propietarios están obligados a «actualizar» las medidas de seguridad que ya tenían impuestas desde hace al menos un año.

En el caso del edificio número 38, donde se iniciaron las llamas, el Concello ordena la revisión de las medidas de seguridad exigidas ya en el año 2016. Entre ellas figura la colocación de zapatas de hormigón armado y una estructura metálica para asegurar la estabilidad de las fachadas, así como el desbroce y limpieza de una parcela. En este mismo inmueble se ordenan otras actuaciones adicionales como el vallado, desmontaje o retirada de elementos con riesgo de caída. La realización de trabajos para evitar la entrada de agua en las fincas anexas figura también en el requerimiento que se hace desde el Concello.

Riesgo de caída

La Gerencia de Urbanismo obliga también a tapiar puertas y ventanas de ambos inmuebles, desmontar aquellos elementos que estén en riesgo de caída inminente, limpiar y vallar otras parcelas y colocar marquesinas metálicas. Según explicó el regidor vigués, si los dueños de los edificios no acceden a realizar esas obras se enfrentan a multas coercitivas que pueden llegar a los 10.000 euros trimestrales, además de arriesgarse a que sea el propio Ayuntamiento el que realice estos trabajos para luego ser los mismos titulares los que tengan que abonar el coste.

Técnicos municipales se desplazaron ayer nuevamente a la calle López Neira para citarse con los responsables de las viviendas con el ánimo de trasladarle sus obligaciones. Lo que no trascendió fue el posicionamiento de los propietarios, que en los últimos años siempre actuaron de forma consensuada con la Administración local para garantizar la seguridad. Basta recordar que los duelos del número 40 presentaron en su momento un proyecto de rehabilitación y derribo, pero la Xunta emitió un informe desfavorable. La administración local no compartió esa resolución y pidió una aclaración el pasado 1 de junio, sin que haya recibido ninguna respuesta por el momento.

Respecto al edificio del número 38, sus responsables ya tomaron medidas provisionales consistentes en tapiar y asegurar la fachada. Así, presentaron un proyecto de derribo y su autorización está en estos momentos pendiente de solventar algunas deficiencias antes de que sea remitido a la comisión de Patrimonio de la Xunta, que será la que decida en última instancia.