El Meixoeiro renovará otra máquina de radioterapia, la tercera en tres años

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

María Jesús Fuente

Vigo llegó a tener los aceleradores más viejos de Galicia, ahora tiene los más modernos

25 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Hospital Meixoeiro está haciendo una renovación de su equipo de alta tecnología sanitaria para el tratamiento del cáncer. Ya le tocaba. La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) calcula que la vida útil de un acelerador lineal -las máquinas que sirven para administrar tratamientos de radioterapia y para practicar radiocirugía- es de diez años, aunque habitualmente se alarga un poco. En Vigo hay cuatro aparatos. Empezaron a renovarse a finales del 2014. En ese momento, había dos aceleradores que tenían 17 años -uno de los cuales no funcionaba- otro con diez años y otro con ocho.

Desde entonces, se han cambiado dos de los aceleradores lineales y está previsto incorporar uno nuevo a lo largo del próximo año, según consta en los presupuestos de Galaria para el 2018. Galaria es la empresa pública heredera del Medtec, que gestiona algunos de los servicios de alta tecnología sanitaria del área de Vigo, como la radioterapia.

En diciembre del 2014 se incorporó un nuevo acelerador, que empezó a funcionar cuatro meses después, después. Sustituyó a otro aparato de 1997 que llevaba dos años sin funcionar. Mientras, se derivaron pacientes a Povisa y a Santiago, y se daban citas hasta medianoche.

Un año después, se incorporó otro. Este último fue donado por la Fundación Amancio Ortega, dentro de un programa de colaboración con el Sergas para dotarlo de la tecnología más moderna para diagnosticar y tratar el cáncer. Esta máquina es la Varian True Beam, que, además, será actualizada con un sistema de radiocirugía. También sustituyó a otro equipo de 1997. Ahora, el Sergas quiere renovar un tercer acelerador que data del 2004 y con el que se hacía habitualmente radiocirugía.

En ese momento, el más viejo será del 2006. Entre los cuatro, tratan a unos dos mil pacientes cada año. Las nuevas máquinas son cada vez más precisas y propician los tratamientos de intensidad modulada de dosis, que son más seguros para el paciente.

El Servizo Galego de Saúde comprará el nuevo aparato gracias a un proceso administrativo conocido como socio tecnológico, que permite que la firma sueca Elekta le vaya suministrando nuevo equipamiento según sus necesidades. El precio de un acelerador lineal ronda los dos millones de euros.

Nueva resonancia móvil

La empresa pública Galaria gestiona también en el área de Vigolas resonancias, la prueba diagnóstica de imagen más avanzada que existe. En el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo hay tres equipos de resonancia magnética instalados. Además, Galaria tiene dos camiones que incorporan sendos equipos que se desplazan por los hospitales comarcales de Galicia para prestarles el servicio, porque no cuentan con un aparato propio. La empresa prevé comprar una nueva resonancia móvil, conque serían tres las que circularían por la comunidad. Por cantidad de tratamientos, a ningún hospital pequeño le compensaría comprar una máquina propia. Pero en conjunto, los camiones estaban saturados.

El control a la concesionaria del Cunqueiro seguirá, pero con cambios

Poco antes de comenzar la construcción del nuevo hospital se constituyó, un órgano del Sergas que ejercía de interlocutor con la constructora y que tenía la encomienda de velar por que el proyecto. Esa oficina, que fue muy cuestionada, estaba pagada por la propia concesionaria y contratada por Galaria, a pesar de que la obra era para el Sergas. El 25 de septiembre del 2015 concluyó la puesta en marcha del Álvaro Cunqueiro y un mes después dimitió la responsable de la oficina, Ana Sánchez. Belén Baltar tomó el relevo. Esa oficina ya está disuelta, porque, por contrato, su duración era de dos años desde la apertura del hospital. Sin embargo, a la gerencia del Cunqueiro le ha parecido una herramienta útil y la ha prorrogado, aunque ya sin Galaria de por medio.