El Xeral, de Almirante Vierna a Taboada Leal

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El anexo II del Xeral, con un centro de salud, recibe el nombre del médico vigués

10 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un ferrolano dio nombre durante 28 años al edificio más alto de Vigo. La dictadura franquista eligió Almirante Vierna como nombre de lo que entonces se llamaba residencia sanitaria, inaugurada en 1955, en honor al militar Manuel Vierna Belando. El edificio no se convirtió en hospital, concretamente en Hospital Xeral, hasta 1983, fruto de la decisión del entonces neonato gobierno de Felipe González.

Ese inmueble, para bien o para mal símbolo arquitectónico de Vigo durante muchos años, cerró en el 2015 y está destinado a convertirse en el juzgado dentro de dos años. Pero su anexo II sigue y seguirá conservando usos sanitarios: antaño albergaba las urgencias pediátricas y ahora es en parte centro de salud y en parte centro de especialidades. La Xunta ha decidido bautizar ese híbrido como centro integral de salud Taboada Leal, en honor al médico viveirense, de nombre Nicolás, que ejerció en Vigo y que se convirtió en el primer cronista oficial de la ciudad.

De entrada, el nombre de centro integral de salud es algo de nueva creación. La Xunta lo anunció también para el antiguo hospital de Lugo, que también se llamaba Xeral y que será reformado. El nuevo concepto encierra una realidad que también es nueva: dentro del mismo edificio, de seis plantas, conviven un punto de urgencias extrahospitalarias o PAC, algunas especialidades que no caben en los hospitales -reproducción asistida, parte de fisioterapia, etc.-, radiología, el centro de salud mental de Vigo y también un centro de salud -el que antes estaba en la calle Bolivia y que ahora integrará también a algunos médicos de cabecera de A Doblada-. Es, por tanto, un espacio en el que hay un poco de todo: atención primaria, atención especializada, urgencias y salud mental.

Esa novedosa denominación permite a la Xunta darle el nombre de Taboada Leal. Porque la ley no permite que los centros de salud estén dedicados a personas, pero como el de Pizarro no es un centro de salud sino otra cosa, sí que puede.

El anexo del viejo Xeral se construyó cuando la sanidad viguesa desbordaba sus espacios. El próximo lunes completa su cartera de servicios con la incorporación de médicos de A Doblada. Será ese día cuando pase a recibir el nombre del primer cronista oficial de la ciudad.

El primero que describió Vigo a fondo

Su libro sobre la ciudad de 1840 es el primero que afronta la ciudad de forma global. Como médico, combatió la epidemia de cólera

Jorge Lamas

En diciembre de 1840 salía de la imprenta de la viuda e hijos de Luis Compañel, situada en la calle Real, Descripción topográfica-histórica de la ciudad de Vigo, su ría y alrededores. Era el primer libro que afrontaba de una forma global la ciudad de Vigo y su situación geográfica.

Nicolás Taboada y Leal era «médico del gremio de mar del mismo puerto y distrito, auxiliar de su hospital militar, condecorado por Su Majestad con la cruz de epidemias, socio corresponsal de la Academia Médico-quirúrgicas de Galicia y Asturias e individuo de otras sociedades literarias y económicas del reino». Lo decía él mismo en la portada del libro.

Nacido en Viveiro, fue el primer cronista que describió Vigo de una forma exhaustiva. Gracias a aquel libro nos podemos hacer una idea de cómo era aquella ciudad de la primera mitad del siglo XIX, todavía rodeada por las vetustas murallas. «Casi todas las casas están por de fuera enlucidas con cal, lo que las hermosea mucho...», se puede leer en una parte. «La ciudad de Vigo, que consta de 555 vecinos, 2767 habitantes, es plaza cerrada con seis puertas denominadas Gamboa, Ribera, Falperra, Placer, Sol y Laje (sic). Toda ella está rodeada de baluartes y muralla, pero de mala y débil mampostería, cuyo circuito es de unos 2.344 pies, y presenta una figura muy irregular», continuaba escribiendo el médico que también tuvo que hacer frente a graves epidemias, como el cólera de 1833.