La investigación por el frente que llegó a Vigo señala, sin pruebas rotundas, a un vecino de Parada

La Voz

VIGO CIUDAD

El origen del fuego fue en un pequeño talud a 200 metros de una aldea

16 dic 2017 . Actualizado a las 06:00 h.

Las estadísticas constatan que las investigaciones por incendios forestales son las más complejas de resolver. Basta decir que en Galicia, pese a la triste tradición que existe de montes quemados, apenas hay personas condenadas judicialmente más allá de vecinos a los que acusa de perder el control de una quema de rastrojos, ya sea autorizada o no. En el caso del incendio que empezó en la parroquia de Parada, en Nigrán, las pesquisas realizadas hasta el momento cercan a un vecino de la misma parroquia, pero sin las pruebas necesarias para completar una investigación policial que tenga recorrido judicial en forma de sentencia condenatoria.

El origen del fuego ha sido localizado. Fue justo a la altura del kilómetro 12,5 de la AG-57 en dirección Baiona. Y concretamente en un pequeño talud en donde las llamas iniciales se convirtieron en una gran bola de fuego imparable. A pocos metros, no más de 200, se ubica una pequeña aldea. Los investigadores ya hicieron el trabajo de campo necesario hablando con los vecinos por si vieron algo, o en el mejor de los casos a alguien, sospechoso. Pero el silencio impera en estos casos. ¿El motivo? El miedo.

El patrón psicológico de las personas que disfrutan con el poder destructivo del fuego encaja con el de individuos conflictivos, violentos, que pertenecen a familias desestructuradas y consumidores de estupefacientes. Esto implica, en muchos casos, que aunque los vecinos tengan algo que contar sobre alguna persona responsable de iniciar un incendio, no lo hagan por miedo a represalias, ya sean físicas o dañando la casa, el coche u otro tipo de bien material.

Este es el muro que por ahora se están encontrando los investigadores. Otra cosa es que, con el tiempo, el sospechoso, ya sea por una desliz propio o fruto de la presión policial que él perciba en su día a día, acabe dando un paso en falso que permita finalizar la investigación con unas diligencias tan contundentes que, una vez en sede judicial, no den lugar a conjeturas.