El reto de decorar Vigo fue mayúsculo: «El alcalde pidió lo mejor, esperamos haber estado a la altura»
24 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Abetos nevados, un enorme poblado, un candil en el que apetece meterse a contemplar a la gente pasar y una casa de Papá Noel que invita a sentarse a tomar un chocolate mientras se charla con el hombre vestido de rojo. Estos son solo algunos de los múltiples detalles navideños que han convertido a la calle Príncipe de Vigo en todo un referente esta Navidad. Porque también podríamos hablar de los dos muñecos gigantes de madera, del carrusel o de los trineos en los que pocos se resisten a sacarse una fotografía. Que el espíritu navideño haya invadido de esta forma la ciudad tiene unos culpables: Miguel Suárez Cedeira y Ana y Mara Núñez. El primero es el responsable de Eventum Pro, empresa especializada en la ambientación de centros comerciales y ciudades. Ellas, en cambio, son Imagina lo Imaginable, una firma cambadesa que se dedica a la organización de eventos y que se ha ocupado de poner todos los detalles de esta decoración de Navidad perfecta.
«El trabajo que hay detrás fue bestial, porque trabajar en la calle es muy complicado», explica Mara Núñez. «La experiencia fue muy buena porque aprendimos mucho», añade Ana. El proyecto original fue diseñado por Eventum Pro, «nosotros nos ocupamos de decorarlo, de ver donde se ubicaba cada cosa», relatan. No era su primera vez. El año pasado, estas hermanas se encargaron también de vestir la casa de Papá Noel que recibe a los pequeños de la casa en María Pita. Pero el proyecto de Vigo es de otras dimensiones, «son once escenas diferentes», argumentan. Fueron necesarios nueve días de montaje, camiones y camiones de tierra y hasta una espectacular nevada artificial para que todo luzca perfecto. «Lo bonito fue verlo desde cero y ahora terminado», añade Mara.
Entre bambalinas
Detrás de este diseño está Eventum Pro, una firma que se ha especializado en la ambientación navideña. Tiene una máxima: «No hay límites, ni al trabajo, ni a la creatividad», asegura Miguel Suárez. Y reitera que tras algo tan sencillo como una decoración navideña «tiene un montó de trabajo detrás y un montó de personas». Solo en Vigo fueron precisos medio centenar de operarios. No duda en reconocer que parte del éxito del proyecto se debe a la implicación del cliente. «Primero escuchamos qué quiere hacer el cliente y el alcalde quería que su ciudad fuese la más bonita del mundo. Creo que lo ha logrado», argumenta. Sostiene que en Eventum «somos capaces de hacer cualquier cosa que nos encarguen, pero si no hay voluntad y no se ponen medios es imposible. El Concello de Vigo se empeñó en ser un referente nacional en ambientación de Navidad y lo logró».
La prueba de su éxito es que todo el mundo «interactúa con las escenas. La gente está emocionada, necesita tocar, abrazar...», dicen los decoradores. La inversión y el esfuerzo han sido grandes, sostiene, «pero está teniendo un gran retorno en afluencia de gente y en promocionar el nombre de Vigo».