London Pass

VIGO CIUDAD

13 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que solo los de Vigo puedan acceder a tarifas reducidas en el transporte urbano corresponde a una visión del mundo bastante estrecha, la de los vigueses que creen que el planeta se acaba en el alto de Puxeiros y si das un paso más caes al vacío. En cualquier metrópoli, o gran ciudad, que es lo mismo, los organismos que las rigen tratan de facilitar el tránsito de viajeros en los servicios de transporte público. Sobre todo, porque una de las grandes preocupaciones que tienen los gobernantes es la contaminación y la conservación del medio ambiente. Pero aquí parece que el tema es otro. Estar empadronado les da acceso a mayores descuentos, pero no impiden el acceso a otras rebajas menores a los visitantes. Debe ser que ninguno de esos vigueses que defienden la posición del alcalde e inundan las redes con sus opiniones, merecen descuentos en el bus o el metro cuando van a Madrid y Barcelona. Nunca compran el bono de diez viajes ni billetes de dos días. Prefieren el individual porque saben que no tienen derecho a rebaja donde no pagan impuestos. Tampoco, aunque trabajen en la capital, se sacan la tarjeta mensual ¿Porque no pueden? No, porque saben que no deben. En París también renuncian a la París Pass por no ser abusones. Incluso si les ha dado por irse allí unos meses. Pagan siempre la tarifa más cara. Y cuando cruzan el charco hasta Nueva York, ignoran la New York Pass. En sus incursiones a Londres, le hacen ascos a al Oyster Card y la Travel Card. Así, un jicho de Redondela puede viajar con descuento desde Heatrow a la estación de metro de Southwark. Sadiq Khan no les pondrá pegas.