El alcalde popular de Sanxenxo, Telmo Martín, tenía una constructora que cobraba sobreprecios por viviendas de Navia. Y no dimite. Y no da explicaciones. Y el presidente Feijoo lo defiende. Hablamos de que el Tribunal Supremo acaba de ratificar la sentencia contra Construcuatro, la promotora de este alcalde del PP, que cobraba ilegalmente dinero en metálico a las familias que querían adquirir viviendas de protección oficial en Vigo. «A los compradores se les exigía dinero en mano, en un sobre, para darles las llaves», explicaba ayer el letrado de la acusación: «A veces se entregaba en un área de descanso de la autopista».
Este dinero que Construcuatro, la promotora de Telmo Martín, cobraba por importes entre 10.000 y 30.000 euros por familia, no figuraba ni en el contrato de venta ni en la escritura de los inmuebles. Era, como ha sido definido, «una especie de pago en negro». Es muy grave que el alcalde de Sanxenxo (‘Sanjenjo’ para Mariano Rajoy) no dimita después de este escándalo. Pero aún resulta más dramático que el presidente de la Xunta y del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, mire para otro lado. “A cada un correspóndelle explicar a súa responsabilidade, en cada momento”, ha dicho para zanjar el asunto. Es una frase pintoresca, pero habla muy poco de lo que sería un auténtico compromiso contra la corrupción.
Es patético que el alcalde de Sanxenxo no dimita. Es peor aún que se pretenda que este tema pase como una anécdota. Y que el presidente Feijoo lo consienta. Es una vergüenza para todos que Telmo Martín continúe un solo día más en un cargo público y como afiliado del PP.