Ocho mujeres utilizan la paradas antiacoso del bus de Vigo el fin de semana

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Este es el primer verano que funciona el servicio y se espera que las cifras se doblen

21 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una media de ocho mujeres utilizan los fines de semana el servicio de parada a demanda o, como popularmente se le denomina, parada antiacoso del autobús urbano. La cifra se reduce algo durante el resto de la semana y se sitúa en torno a cinco personas al día, lo que significaría unas 41 semanales o algo más de medio millar desde que existe el servicio. Los datos incluyen cuatro meses, desde el 16 de febrero, fecha de su puesta en marcha, hasta mediados de junio. En septiembre la empresa adjudicataria del servicio, Vitrasa, hará una nueva evaluación de los resultados, ya que espera que en los meses de verano aumente de forma considerable su utilización e incluso se doblen las cifras. En esta época es habitual una mayor afluencia de usuarios en el transporte público nocturno.

La zona de mayor demanda del servicio es sin duda el casco urbano, si bien es cierto que la mayor parte del recorrido de estas líneas discurre por esa zona.

El bus antiacoso tiene por objeto facilitar la movilidad y la seguridad a las mujeres que viajan solas de noche. Les permite apearse cerca de su casa sin tener que desplazarse desde una parada, de la que a veces puede haber cierta distancia. El objetivo es prevenir situaciones de acoso. Sin embargo, no falta quien se quiere aprovechar del servicio. Se han dado situaciones como la de una chica que iba despistada en el autobús, se olvidó de pulsar el botón de parada y pasó de largo. Una vez que se dio cuenta de la distracción le pidió al conductor que la dejase entre dos paradas, algo que tienen totalmente prohibido. Al comunicarle el chófer que no era posible respondió que entonces solicitaba una parada antiacoso. Sin embargo, esto tampoco era posible ya que el servicio está regulado. Para empezar, comienza a funcionar a partir delas 22.30 horas, debe solicitarse al subir al autobús y la mujer tiene que viajar sola. En este caso, eran las 22.10 horas, no había solicitado la parada al subir al autobús y tampoco viajaba sola.

Además de indicar al conductor previamente el punto en el que desea apearse (salvo que se trate de un tramo peligroso para el tráfico), conviene que la persona se sitúe en los primeros asientos y se baje por la puerta delantera.

Aunque la medida, puesta en marcha por Vitrasa a petición del Concello, se destina a prevenir el acoso a la mujer, también está pensada para en un futuro ampliarla a otros colectivos como personas mayores o con movilidad reducida. Desde el primer momento fue muy bien acogida por distintos sectores, desde los colectivos feministas hasta los propios trabajadores de la empresa, aunque en este caso con algún matiz. «La medida me parece positiva para evitar acosos. Lo que echo en falta es una regulación más a fondo. Por ejemplo, en este momento nos pueden solicitar paradas donde quieran, como si son cada diez metros y esto (que no tengo constancia de que haya pasado) podría dar lugar a un servicio caótico. Por otro lado, no se consultó a los que finalmente íbamos a realizar el trabajo las posibles formas de llevarlo a cabo», comenta el presidente del comité de Vitrasa, Imanol Arnoso.

Vigo fue la primera ciudad de Galicia en adoptar la medida y ahora le sigue A Coruña

Vigo fue la primera ciudad gallega en poner en marcha el servicio de bus antiacoso en tres de sus rutas nocturnas, una iniciativa con la que cuentan también en ciudades como Bilbao y Tarrasa. En países como Francia está más extendida y se puede encontrar, por ejemplo, en Burdeos y Nantes.

De momento son pocas las ciudades españolas que han seguido estos pasos. La semana pasada lo hizo A Coruña, donde está en fase experimental y solo funciona viernes, sábados y festivos. El sistema llamado «paradas libres» es, como en Vigo, para mujeres que viajan solas. Fue propuesto por el PSOE a través de una moción y aceptado de inmediato por el responsable de Mobilidade, Daniel Díaz (Marea Atlántica). Para empezar se está probando solo con el búho y, si el sistema funciona, se podría ampliar a otras líneas y horarios del transporte público de A Coruña. En la actualidad funciona desde las doce y media de la noche a las cinco menos veinte de la madrugada.

En Santiago el bus también fue propuesto por la plataforma Campus do Medo. El Concello aseguró que valoraría la idea, en especial para el campus universitario, pero por ahora no se ha puesto en marcha.

En Vigo, la medida solo suscitó cierto recelo entre el colectivo de taxistas. A raíz de entrar en funcionamiento en los autobuses, representantes del sector comentaron que ellos ya lo venían haciendo desde hacía tiempo al dejar a sus clientes en la puerta del domicilio y esperar a que entraran y nadie le habían dado importancia.