La Policía descubre un timo millonario por Internet a empresas de pescado de Vigo

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. MORALEJO

El estafador envía facturas de clientes o proveedores reales a las víctimas con cargos de 300.000 euros o de un millón y que son falsas

14 sep 2018 . Actualizado a las 19:32 h.

La Policía Nacional de Vigo alerta sobre una modalidad de timo informático que afecta a grandes empresas pesqueras. La estafa por Internet se realiza mediante la técnica de «phising». El departamento de contabilidad o las oficinas de grandes empresas reciben un correo electrónico que aparenta ser de proveedores o clientes habituales en el cual solicitan a los empleados que realicen un pago. La carta solicita un cambio en el número de cuenta bancaria para ingresar el dinero, de forma que cambian el auténtico por el del estafador, que lo suele ubicar en sucursales en paraísos fiscales. En unos casos, piden dinero y en otros el envío de mercancía valiosa.

En algunos casos la notificación va precedida por una llamada telefónica en la que un interlocutor informa que han cambiado de entidad bancaria y que remitirá mediante correo electrónico el nuevo IBAN (número internacional de cuenta bancaria). La Policía ha detectado un caso en que un supuesto cliente solicitaba un envío de mercancía en un contenedor a un puerto de destino diferente al habitual.

A la vista de esta nueva modalidad de estafa, en cuantías que llegan a los 300.000 euros e incluso al millón, la Policía recomienda que cuando llegue un correo de ese tipo se contacte telefónicamente con el proveedor o cliente real para verificar si la operación solicitada es auténtica o un montaje.

Al menos, varias empresas de Vigo han recibido estos correos electrónicos de clientes o proveedores. Les reclamaban el abono de una factura real en una cuenta diferente a la habitual. El asunto saltó a la luz porque uno de los recibos superaba ampliamente los 300.000 euros y la responsable del área de administración, extrañada por ello, telefoneó a la empresa emisora de la factura, situada en el extranjero. Desde allí, el cliente negó el cambio de cuenta bancaria y la informó que además esa factura todavía no había sido emitida. Además se daba la circunstancia que dicha cuenta se correspondía con un banco domiciliado en un paraíso fiscal, lo cual no se coincidía con la política fiscal de esa empresa.

La comisaría constató que había más denuncias. Pocos días después, el responsable de una empresa del sector pesquero se presentó en comisaría para denunciar que había recibido una carta en la cual un cliente le solicitaba el envío de pescado a un puerto de destino ubicado fuera de las rutas comerciales habituales. Al hablar con su cliente este le comentó que él no había cursado dicha orden, y que podría tratarse de algún tipo de estafa.

Los investigadores de la comisaría hablaron con diversas empresas del sector y descubrieron que varias más habían sido contactadas a través de correos electrónicos en los que el emisor se hacía pasar por un cliente o proveedor habitual de la empresa para solicitar el envío de mercancía o bien el pago de servicios.

En todos los casos dichos correos parecían reales y los dominios utilizados por el remitente variaban en un punto o alguna letra con respecto al de la empresa real, e incluso usaban cuentas personales corporativas de empleados de esas empresas con mínimos cambios para que tuviesen apariencia real.

Las cantidades solicitadas varían entre las diferentes empresas y su volumen de negocios, si bien se movían en un abanico de entre los 80.000 euros y el millón, cantidades que son enormes para un particular pero habituales entre firmas que mueven muchas operaciones de gran envergadura a diario.

Recomendaciones

La Policía Nacional de Vigo recomienda que, en caso de recibir un correo electrónico en el cual se informa de un cambio en el número de cuenta, lo más prudente es contactar con el responsable de la empresa vía telefónica, nunca a través del correo electrónico, ya que este puede estar siendo controlado de modo remoto.

Los contables y oficinistas de las empresa afectada deben comprobar que las direcciones de correo electrónico sean las correctas, ya que a veces puede cambiarse la real que finalice en .com, por una co. Se trata de una leve alteración en una letra que engaña a la vista. En otros casos una «v» puede ser sustituida por una «b», o una «y» por una «i», y fonéticamente no los apreciaremos. En caso de duda, aconsejan hablar con la Policía.