El CTAG postula a la eurorregión para una fábrica de baterías de coches eléctricos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

GUSTAVO RIVAS

El centro considera que hay que explotar el litio del norte de Portugal para crear una «gigafábrica» y no depender de Asia

22 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El coche eléctrico avanza en la jungla urbana y en las carreteras. Su progresión no tiene vuelta atrás. Y para ello se necesitan grandes fábricas de baterías eléctricas para coches, señala el CTAG. «El próximo año habrá 54 modelos de coches eléctricos en el mercado», asegura el ingeniero Miguel Segovia, director de Hardware Mechatronics Development, en el Centro Tecnológico de la Automoción de Vigo (CTAG), un centro de investigación situado en O Porriño donde 600 ingenieros y técnicos trazan el rumbo al coche del futuro.

En el 2025 «PSA tendrá versiones eléctricas en todos los modelos», asegura este mando del CTAG. En esa misma fecha el grupo Volkswagen Audi, Seat tendrá 80 modelos eléctricos o híbridos. Además, PSA Vigo «va a proporcionar todas la baterías eléctricas del grupo».

En la próxima década prácticamente todos los fabricantes de vehículos tendrá una gran parte o toda la gama electrificada, recalca este experto ingeniero, uno de los pioneros del CTAG, que trabaja en la unidad mixta con la empresa Borg Warner. Esta empresa es uno de los líderes en sistemas de propulsión para vehículos de combustión, híbridos y eléctricos. En Vigo desarrolla soluciones innovadoras, basadas en el intercambio térmico, para la reducción del consumo de combustible, las emisiones contaminantes y la mejora del rendimiento de los motores. En Borg Warner diseñan y fabrican principalmente módulos de recirculación de gases de escape.

Miguel Segovia advierte de que el aumento de producción de coches eléctricos e híbridos, que funcionan con baterías va a requerir grandes inversiones. «Hay que adaptar el sector y la industria de componentes y se necesitan gigafábricas de baterías». El problema, según Segovia, es que «Europa y Estados Unidos no han sabido coger el tren a tiempo» y así no existe en el continente ninguna fábrica de gran tamaño para dar respuesta a la demanda que se avecina, aunque «Alemania, a través de Bosch, se está planteando construir una con una inversión de mil millones de euros».

En estas circunstancias, la eurorregión constituye un lugar óptimo porque «en el norte de Portugal hay grandes yacimientos de litio sin explotar». Este mineral es necesario para fabricar las baterías.

La carencia de una megafábrica de baterías en esta zona hace que el grupo PSA y otros fabricantes de coches tengan que recurrir a proveedores asiáticos. Ahora mismo PSA importa las baterías eléctricas de dos grandes empresas: LG Chem, de Corea y CATL, de China. Asia se ha anticipado al futuro de la automoción y Europa tiene que darse prisa para mantener su peso. «Europa no apostó por las baterías y lo estamos pagando», señala Segovia.

Las investigaciones que se realizan en el CTAG tienen como objetivo innovar en un ámbito que va a experimentar un importante cambio cuando se generalicen las baterías de litio sólido. «El electrolito sólido proporciona mayor capacidad, densidad energéticas y mayor seguridad», señala uno de los ingenieros jefes del CTAG.

Los investigadores de Vigo y su área están trabajando en mejorar la seguridad en los vehículos eléctricos. Estos, como los que tiene motor de combustión no están exentos de riesgos. Uno de ellos son los incendios. En el caso de los eléctricos, estos son más aparatosos ya que apagar las baterías requiere una gran cantidad de producto extintor.

En el 2010 Mitsubishi Motors en colaboración con GS Yuasa Corporación anunciaron su intención de instalar una unidad de producción de células de iones de litio en Europa. Una de las ubicaciones que se barajó fue Vigo debido a que la factoría del Grupo PSA Peugeot-Citroën está promocionando el vehiculo eléctrico. Mitsubishi estima que en 2020 el mercado de baterías de iones de litio que se utilizarán en vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables superará los 18.000 millones de euros, y ese es el negocio al que quería acceder desde un posible centro de producción en Galicia. Negociaron con la Xunta para invertir 500 millones en la Plisan. Pero la inseguridad jurídica les paralizó.