O Marisquiño, sí; solo falta ubicarlo

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El festival podría volver a la zona portuaria aislando el área del derrumbe, que es el 5% del espacio necesario, o retomar opciones como la de Samil, adonde ya barajó volver

13 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Vigo seguirá el año que viene formando parte del mapa de los mayores eventos deportivos de cultura urbana del mundo. Como adelantó el domingo La Voz, O Marisquiño se celebrará de nuevo en Vigo en el 2019 y este mes dará un paso decidido hacia la preparación de la nueva edición concretando algunas de sus pruebas de carácter internacional. Eso sí, resta aún por ubicar en la ciudad una de las manifestaciones deportivo-culturales que más repercusión y afluencia de público concitan en Galicia.

Aunque la zona portuaria donde se hundió el paseo en agosto está fuera de posibilidades de uso, no lo está el resto de suelo próximo a la línea de costa que va desde As Avenidas, explanada del Náutico, A Laxe y la contigua a la estación marítima. La zona afectada por el accidente aún está precintada y habría que realizar su reconstrucción, pero tendrían que ponerse de acuerdo para ello las tres administraciones que tomaron parte en el proyecto de Abrir Vigo al Mar en el que se enmarcaba el paseo hundido, realizado por Zona Franca, pagado por el Puerto y asumida su conservación por el Concello.

Sin embargo, la zona que quedaría excluida de una nueva edición, si se lleva a cabo en el mismo emplazamiento, supone solo el 5 % de los 150.000 metros cuadrados que requiere O Marisquiño. Fuentes próximas a la organización apuntan que no será hasta enero cuando se decida el emplazamiento definitivo, una vez que se negocie con las distintas instituciones que apoyan el evento, las titulares de los terrenos a utilizar y que se compruebe el encaje de las estructuras a levantar en el espacio disponible.

Para las últimas ediciones llegó a plantearse volver a llevar el festival a los aparcamientos de la playa de Samil, aprovechando su espacio y el marco que ofrece el arenal, donde nació O Marisquiño hace 18 años y se mantuvo hasta el 2006, si bien su dimensión era menor que la alcanzada con el paso de los años.

La opción del mayor arenal vigués siempre ha figurado por tanto como alternativa, pero la ubicación de los últimas ediciones ha demostrado su capacidad de atracción y buena comunicación, aunque los conciertos han ido variando de emplazamiento.

La Autoridad Portuaria, a través de su presidente, Enrique López Veiga, ha reiterado su disposición para seguir acogiendo en sus terrenos al festival, aunque como ya advirtió, redoblando los controles de seguridad, tras el accidente de agosto. El gobierno municipal también ha incluido el apoyo a O Marisquiño en las líneas maestras de los presupuestos del Concello para el año que viene. Las dos administraciones empujan así para la continuidad del evento, que ciudades como Madrid han sido ofertadas para el 2019, como antes pujó también Bilbao. Concello y Diputación aportaron el año pasado 400.000 euros y 50.000 la Xunta.

El Concello incluye el apoyo al evento en sus presupuestos y el Puerto está dispuesto a acogerlo

Festivales perdidos

Varios festivales relacionados con la música y con la cultura urbana, dirigidos sobre todo a jóvenes, se han escapado de Vigo en los últimos años.

Los que se fueron

Vigo Transforma. Celebró dos ediciones en el 2010 y el 2011, en el muelle de cruceros, con un cartel musical de primera categoría. Pero dejó de gozar del apoyo del Concello, el Puerto y la Xunta y se fue de la ciudad. Se transformó en el PortAmérica, con la misma idea pero en Nigrán. Se celebró en Porto do Molle hasta que, en el 2017, se fue a Caldas de Reis, donde sigue.

Vigo Street Stunts. Empezó a celebrarse en el 2015 con un éxito de público creciente, pero la falta de apoyos, sobre todo del Puerto, llevó a la organización a abrir una puja entre ciudades y a escoger como nuevo emplazamiento a A Coruña. El último verano se celebró allí.

Los que desaparecieron

El Are More de música clásica se clausuró en el 2009, después de un decenio. El Revoltallo duró 18 ediciones. El Alternavigo duró tres años, hasta 2010.