Se movilizan estos días los sorianos al grito de «Soria existe». Para demostrarlo, en diciembre sus sindicatos repartieron torreznos gratis en la céntrica plaza de Ramón Benito. Y, ya en Navidades, hubo una concentración popular en la que se cantó el himno oficioso compuesto por Gabinete Caligari. Tan entrañable campaña merece todas las simpatías, porque todos somos sorianos si leímos a Antonio Machado. Es muy triste el drama de la despoblación que azota tantas zonas del país, interior de Galicia incluido.
No obstante, hay algunas realidades de Soria que a los vigueses, por ejemplo, nos pueden resultar envidiables. Y no hablo sólo de las chuletillas de cordero, el vino y los torreznos, que también. Y es que compruebo que toda la provincia tiene un total de 89.752 habitantes, que es menos de la tercera parte de los 292.000 que tiene sólo el municipio de Vigo. Y, sin embargo, gozan allí de una Diputación Provincial, con una plantilla de 440 empleados públicos fijos y muchos más contratados. También tienen Subdelegación del Gobierno, con cientos de funcionarios. Y gozan, asimismo, de delegaciones provinciales de todas las consejerías de la Junta, con sus altos cargos. Si le sumamos que en Soria hay 25 diputados provinciales, y un total de 219 municipios, con otros tantos alcaldes, secretarios y funcionarios públicos… ¿Qué podemos pensar en Vigo, la mayor ciudad de Galicia, que no es capital de nada? Y que sobrevivimos sin toda esa potencia empleadora pública y los servicios que representa… ¡Hágannos pues un hueco en la plaza de Ramón Benito! Vayamos camino Soria, a cantar juntos que Vigo también existe…