El hostelero vigués Papuchi niega todas las acusaciones

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.Moralejo

Arranca a puerta cerrada el juicio por abusos a 18 menores

11 feb 2019 . Actualizado a las 22:37 h.

Esta mañana ha arrancado el juicio a Papuchi, considerado como el mayor depredador sexual de menores de Vigo. Finalmente la Audiencia ha solicitado que la vista contra el hostelero vigués C.V.I. se celebre a puerta cerrada tras fracasar el intento de llegar a una conformidad. El implicado se mantiene inocente y niega los hechos. 

Durante más de una hora los abogados intentaron negociar un acuerdo por conformidad en el que Papuchi se declarase culpable a cambio de una rebaja de la pena. Sin embargo, el implicado se mantuvo firme, negó los hechos, se declaró inocente y la Audiencia, ante el fracaso del pacto, ordenó celebrar el juicio, que será a puerta cerrada como pedían la Fiscalía y la acusación particular. 

En la vista, el acusado C.V.I. negó todos los hechos. Ante el tribunal, negó conocer que los denunciantes fuesen menores de edad y aseguró que a algunos no los conocía de nada. Admitió que llevó en su yate a algunos jóvenes de paseo por la ría alguna vez pero nunca les hizo tocamientos ni hubo ninguna relación sexual durante la travesía.

También negó haber creado un grupo de WhatsApp para difundir fotos eróticas de menores ni envió ninguna imagen. Tampoco admitió haber celebrado las fiestas de cumpleaños en su pizzería en las que le acusan de hacer tocamientos.

Cinco días 

La vista que empieza hoy durará cinco días. Hasta 18 jóvenes (tres o cinco son menores a día de hoy y el resto ha cumplido la mayoría de edad) declararán a lo largo de esta semana. Están citados a declarar una treintena de testigos, incluidos policías.

El hostelero vigués, de 43 años, apodado Papuchi, está acusado de delitos de abuso sexual y exhibición de pornografía ante menores de edad. Cinco de ellos tenían menos de 16 años. Le acusan de engatusar a adolescentes, a los que paseaba en un deportivo de alta gama o los invitaba a navegar por la ría de Vigo en su lancha motora, donde les sacaba fotos. Salía con estas pandillas juveniles por las boleras y la gente creía que era un padre.

Muchos menores iban a cenar invitados a un reservado de su pizzería de Montero Ríos y, según la acusación, luego les tocaba. Al parecer, incluso montó un grupo de mensajería instantánea para intercambiar fotos eróticas y comentarios sexuales con menores. También invitaba a adolescentes a ver sesiones de cine porno en su apartamento y los tocaba. También le acusan de llevar a dos menores a un club de alterne y, tras contratar a una prostituta, hacerles tocamientos. Muchas víctimas lo desafiaron.

El asunto fue descubierto por padres que dieron la alarma porque veían subir a escolares en el deportivo de un hombre que venía a recogerlos. Averiguaron que los niños lo apodaban el Papi o Papuchi. La Policía Nacional lo considera el mayor depredador sexual de menores de Vigo.

La Fiscalía propone que además, la veintena de víctimas declaren protegidas por un biombo, ya que cree que el proceso puede afectar a la intimidad y la indemnidad de los menores. Por ello, pide que se impida el contacto visual entre los perjudicados y el acusado, que no se identifique a los afectados ni se difundan los hechos que sufrieron.

El Ministerio público solicita 54 años y tres meses de cárcel para el acusado. Sostiene que el implicado, entre los años 2015 y 2017, «aprovechó el contacto con menores que le permitía su trabajo para obtener de ellos una confianza que les llevara a ejecutar actos de naturaleza sexual».

Una clave del juicio reside en los abusos que supuestamente cometió con cinco menores de 16 años. En caso de probarse los hechos, el hostelero no tendría escapatoria legal porque está prohibido tener relaciones sexuales con personas de tan temprana edad incluso si dan su consentimiento, el cual es nulo. El adulto sería declarado culpable como ya le ocurrió al entrenador de Mos, condenado por la misma Audiencia por abusar de una jugadora de su equipo y, luego por el Tribunal Superior, por tocamientos a una amiga. Ambas no tenían edad legal.

Con otras quince víctimas de Papuchi, que en el momento de los hechos eran mayores de 16, el tribunal y las partes podrán debatir si hubo o no consentimiento y si cabe la absolución.

Papuchi pasó un año en prisión provisional tras ser detenido en el 2017 y salió de A Lama hace diez meses tras pagar una fianza de 30.000 euros. La Audiencia le impuso una orden de alejamiento de los menores y le prohibió residir en Vigo hasta la celebración del juicio. Por tal motivo, se ha mudado a otra comarca.