Esta vallisoletana afincada en Vigo hizo de su apellido una bandera y una profesión. En su consulta lo que más ve es la falta de deseo sexual, pero «por suerte es de lo que mejor se resuelve»
18 oct 2019 . Actualizado a las 12:18 h.Solo tiene un consejo para este 2019 para lograr una relación plena: que nuestra felicidad dependa solo de nosotros mismos. Emma Placer (Valladolid, 1978) lleva muchos años en Vigo atendiendo todo tipo de problemas de pareja, y no tiene dudas a la hora de confesar: «Lo más devastador es descubrir una infidelidad». No le pone fecha de caducidad al sexo y está muy esperanzada con las nuevas generaciones, aunque alerta de un grave problema: la pornografía.
-¿Llevas el placer en la sangre?
-Sí, me apellido Placer, no es un nombre artístico. Cuando dices que te apellidas Placer siempre hay bromas al respecto, pero un día decidí hacer una bandera de verdad de esto, hacerlo profesional.
-¿Pero el apellido te inspiró?
-Sí, sí. Te define mucho, a mí por lo menos, a mi hermana por ejemplo no, también es Placer y se dedica a la ingeniería.
-Además de cierta curiosidad que tengas por la materia, ¿no?...
-Sí, yo desde siempre. Desde pequeña notaba que mi apellido provocaba unas risitas, entonces quise saber qué era el placer, si además de mi apellido significa algo más.
-¿Y qué es lo que nos da más placer?
-Supongo que a cada persona será una cosa, pero en general, al ser humano de las cosas que más placer le generan son la comida, el sexo y la atención, que te presten atención es algo que estás reclamando desde que eres un bebé.
-Tienes una consulta, ¿cuál es el principal motivo por el que te visitan?
-Lo que más, por la falta de deseo sexual. Llega un momento que uno de los dos ya no tiene apetencia sexual. No tienen ningún problema orgánico, sus genitales funcionan, el proceso es funcional, pero el deseo no aparece por sí solo.
-¿Son parejas que llevan tiempo?
-Sí, porque en el inicio de la pareja la química del enamoramiento, la novedad genera deseo de por sí, pero luego va disminuyendo, pero por suerte es una de las consultas más habituales y de las que mejor se resuelve.
-¿Cómo?
-Con información, que es lo más bonito, no hay que hacer una terapia larga, ni se sufre ni nada, es un crecimiento personal. Cuando trabajo esto, la gente me dice: ‘Es que me siento mejor a todos los niveles’. Es un cambio vital que se traslada a todas las facetas de tu vida, y cuando es en negativo, igual, si tienes un problema en el trabajo, a lo primero que afecta es al sexo. Yo siempre digo que en las parejas de larga duración los virus que atentan contra nuestra buena salud sexual son los P-P-R-E.
-Pereza, prisas y rutina.
-Y excusas, que lo añadí hace dos años, porque las veo mucho en consulta. ‘Es que yo tengo niños’. Y yo les digo: ‘¿Tienes iPhone? Sácalo’. A ver, cuánto tiempo le has dedicado esta semana a las redes sociales. Cuatro horas y media. Entonces lo de que no tengo tiempo no me vale.
-Hablas de 10 claves para una relación plena. Dime una, por ejemplo.
-Últimamente vemos muchísimos casos de dependencia emocional, de celos, de ansiedad de pareja, que al final están relacionados muchas veces con las redes sociales. Esta semana he tenido a una pareja discutiendo porque ‘no pones una foto de los dos en el perfil’, y no lo estaba diciendo una chica, que es lo que puede pensar la gente, lo estaba diciendo él. Por el ambiente, por las canciones, por lo que hemos vivido, por nuestra educación, dejamos nuestra felicidad en manos de otro o de otros, la clave universal para que funcione una relación, no solo de pareja, sino familiar o de amistad, es que solo dependa de mí. La pareja tiene que venir a sumar, a aportar cosas, a dar sabor al guiso. Esta va a ser mi única clave de este año.
-¿La gente sigue pensado que acudir a terapia es un fracaso?
-Todavía hay parejas que aunque ya están rotas, vienen, porque es el último cartucho, pero curiosamente tengo mucha esperanza en las generaciones venideras. Están viniendo parejas de jóvenes de 20 años, muchos chicos solos, que empiezan a tener pensamientos y no quieren que vaya a más. ¡Prevención! Esto me da mucha esperanza.
-¿A partir de una edad se acaba el sexo tal y como lo conocemos?
-No, te voy a contar un caso de un señor de 81 años que llamó porque llevaba un tiempo sin erecciones. ’Te llamo con muchísima vergüenza, pero he estado en dos urólogos y me han dicho: ‘Milagros a Lourdes!’. A nadie le molesta que este señor haga running, pero sí que tenga relaciones. Hay muchos mitos alrededor de la sexualidad y parece que ese señor no tiene derecho a tener relaciones o que es un viejo verde. Él quería tener relaciones con su mujer porque le parece muy guapa, muy atractiva y porque en su mente no siente que tenga 81 años. Nos dimos cuenta de que había unas pastillas que le hacían daño y valoramos con los médicos de atención primaria, porque son supersensibles con estos temas y están aprendiendo un montón, y le cambiaron la medicación. No estamos diciendo que tenga relaciones todos los días ni mucho menos, ni todas las semanas, pero una vez al mes sí.
-¿Has notado que cada vez se tienen relaciones sexuales antes?
-Doy charlas de educación sexual en los coles y sí veo que hemos adelantado dos años los procesos de conocimiento sexual, de masturbaciones, ahora empiezan a los 9. La primera relación sexual se habrá adelantado lo mismo, a los 15.
-¿A los 9 saben lo que quieren?
-Empiezan a descubrir, luego con la madurez ya empiezan a saber lo que quieren. En chavales hay un problema, ahora mismo el más grave, que es la pornografía. No estamos educando, ni los profesores, ni los padres. Estamos dejando una parte de la educación sexual de los chavales en manos de la pornografía. La primera consulta del año fue un chico de 18 años que venía con su propio dinero de Reyes. ‘Es la mejor inversión que voy a hacer’, me dijo. No tenía erecciones con su novia, y solo con una sesión, una serie de ejercicios que le mandé, básicamente retirar la pornografía, mejoró. No se puede generalizar pero por ahí va la cosa, igual dentro de unos años podemos hablar del daño que puede hacer repetir esos patrones, no la pornografía en sí. Yo veo Superman y no me tiro por la ventana. Me gustaría imaginar que vuelo, pero no lo hago. En el porno tendemos a repetir lo que vemos.
-¿A qué edad conocen su orientación?
-A los 3 empiezan a saber qué son, niña o niño. Y la orientación, depende del niño, pero cuando hay impulso sexual, que tiene que ver con la madurez sexual, a los 9 o 10, más o menos. A lo mejor dices que te gustan los niños, porque lo dicen todos, pero luego te observas y cambias de opinión.
-¿Somos muy inocentes en el tema de la infidelidad?
-El problema no es la infidelidad en sí, es descubrirlo. No es un problema de pareja, yo no he tenido ninguna pareja que venga por infidelidad, vienen porque uno de los dos lo ha descubierto. Eso es devastador para la pareja, es un tsunami, un caos...
-¿Ves a muchas parejas abiertas?
-Últimamente he visto cosas como anarquía relacional, poliamor... Vienen mucho a terapia porque cuesta mucho trabajo. Me ha venido hace poco una pareja con esto y es difícil de abordar. Ellos ponen sus normas, pero si están aquí es porque alguien está sufriendo.
-Anarquía relacional, ¿qué viene siendo?
-Ya, hasta yo misma dije: ‘¿De qué me estáis hablando? Tienen una relación de pareja, estoy hablando de gente jovencísima, 22 años, pero cuando quieren conocer a otras personas, tener relaciones emocionales, no solo sexuales, se lo cuentan ,con lo que eso supone. Es anárquico porque es cuando yo quiera y sin problema.
-¿Se puede amar a dos personas a la vez?
-Yo creo que sí, pero es difícil encajarlo. Es muy difícil llevar doble vida. Cuando hay que mentir, hay alguien que sufre.