El «rayacoches» será examinado cada 6 meses para ver si es juzgable

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El rayacoches saliendo de los juzgados de Vigo
El rayacoches saliendo de los juzgados de Vigo Óscar Vázquez

Dos juezas suman 84 denuncias contra el jubilado vigués por daños en coches y hay más en trámite

27 mar 2019 . Actualizado a las 21:58 h.

El jubilado de Vigo conocido como el rayacoches será examinado cada seis meses para evaluar sus capacidades intelectivas y aclarar si es apto o no para ser juzgado por vandalismo. El palillero tiene pendiente un juicio donde doce vecinos del barrio de O Calvario le culpan de rayar o bloquear las puertas de sus vehículos aparcados. Pero el juicio está paralizado desde hace dos meses, cuando el pensionista ingresó por orden judicial en la unidad psiquiátrica del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Oficialmente, hay mutismo sobre su situación clínica y ningún organismo informa si aún permanece internado por tratarse de datos médicos personales que son reservados. Mientras tanto, siguen acumulándose en los tribunales de Vigo las denuncias contra él: entre dos magistradas ya suman 84 perjudicados.

J.A.V.V. es un ourensano de 80 años que fue un emigrante retornado de México. La Policía Nacional le atribuye mil rayaduras a coches en el 2017 y otras 200 en enero y febrero. Sus detenciones empezaron en el 2011. A pesar de sus múltiples arrestos, siempre quedaba en la calle porque pagaba todas las multas y volvía a reincidir. Su caso se hizo mediático tras diversos incidentes con sus vecinos, incluidas agresiones de él a paraguazos, y nuevas detenciones policiales. La Fiscalía tomó cartas en el asunto y logró que una jueza de Familia ordenase el 8 de febrero su internamiento para su evaluación psíquica y social.

 

«Dicen que salió, nadie lo vio»

Casi dos meses después, en el barrio de O Calvario están a la expectativa. Hay continuos rumores sobre la puesta en libertad de su vecino, al que apodan el señor de los palillos o el palillero porque atranca las cerraduras de coches y portales con mondadientes astillados. «Se dice que salió pero nadie lo ha visto, quizás se marchó a casa de algún familiar», comenta Manuel Blanco, que sufrió repetidos ataques vandálicos en su bajo comercial.

La titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Vigo investiga 64 denuncias de perjudicados por el palillero y la magistrada del número 1, otra veintena. Creen que hay más causas en otros tribunales pero no saben cuáles.

A mayores, la titular del tribunal de lo Penal número 1 de Vigo está a la espera de recibir entre julio y agosto el primer informe forense de aptitud del acusado para decidir si reactiva el juicio contra él o prorroga el archivo otros seis meses. La idea es hacer una serie de evaluaciones al acusado cada medio año.

El próximo verano habrá transcurrido el primer semestre desde que el pensionista fue internado en un hospital de Vigo por orden de una jueza de Familia después de que la Fiscalía pidiese su evaluación psiquiátrica y sugiriese un posible internamiento en un geriátrico por razones sociales.

En caso de que los médicos corroborasen que el jubilado de 80 años está en plenas facultades, emitirían un informe favorable para que pueda sentarse en el banquillo y ser procesado, con plenas garantías de que entiende todo aquello que le favorece o perjudica. El plan inicial era firmar, como otras veces, una conformidad en la que él se declaraba culpable, pagaba la multa y saldaba las indemnizaciones. Pero esta vez la Fiscalía pidió una sanción récord de 16.000 euros por ser multirreincidente. En diciembre, el palillero no compareció al juicio y se ordenó su busca y captura. En febrero, tras dormir en los calabozos, la causa quedó archivada tras actuar la Fiscalía para pedir su internamiento. La jueza dedujo que el jubilado, si no estaba en sus cabales, no podía declararse culpable ni pactar un acuerdo.

Hasta ahora, el pensionista siempre cumplió y pagó las compensaciones a los denunciantes, razón por la que se libró de otras medidas. La Fiscalía recuerda que por tales delitos de daños nadie ingresa en prisión.